viernes, 31 de mayo de 2013

Capítulo 9: Regalos.

Abro los regalos que me han traído. Suerte que ya me puedo levantar, pero no debo hacer demasiados esfuerzos. Mis amigos y mis primos han improvisado una pequeña fiesta en la habitación del hospital y me han traído regalitos bastante chulos. El inteligente de Oriol, me ha regalado un pato de goma. No para de reírse de mí. 
-¿Te gusta mi regalo? ¿Eh? ¿Te gusta? -Sonreía divertido. 
No puedo evitar sonreír yo también, es el amo contagiando buen rollo y felicidad. 
-Me encanta. Gracias. -Sonrío y abro los brazos para que él me abrazara. 
-Me alegro. -Me abraza un poco fuerte. Au, duele. 
-Le estás haciendo daño. -Le reprocha Daniela. 
Él se separa y la mira con desdén. Creo que no se llevan demasiado bien, pero sé que por mí, se van a llevar al menos aquí divinamente y guardarán su raro odio durante el rato que estén conmigo. Pero, sigue estando ahí la curiosidad de el motivo de el por qué no se llevan bien... 
Daniela coge el patito de goma y lo deja en la mesa y pone su regalo sobre mi regazo. 
-Ábrelo. -Sonríe emocionada.
Vale, sé ya lo que es, la verdad es que Daniela, no es muy original haciendo regalos, porque siempre regala lo mismo: ropa, zapatos, bolsos, complementos y colonias. Pero, la verdad, es que tiene buen gusto y sé que sea lo que sea, me va a gustar. Mmm es una caja, serán unos zapatos o cualquier tipo de calzado. Estoy segura. Lo desenvuelvo y abro la caja. ¡Dios mío! ¡Son unos tacones preciosos! ¡Me encantan los tacones! 
-¿Te gustan? -Me pregunta sonriente. 
-Jolines Daniela, me encantan... -Sonrío- tienes un gusto realmente excelente. 
Sé que con esos comentarios, ella se crece bastante. Y quiero recuperar a esa amiga algo creída que tengo. Desde que sabe que fui maltratada y todo el lío, ha estado bastante menos animada y bastante menos... ella.... y eso no me gusta. Quiero que vuelva la Daniela de siempre. Mi amiga. Mi mejor amiga. Se me ocurre una idea para animarla un poco. 
-Cuando salga de aquí, iremos a todas las tiendas de la ciudad y me ayudas a renovar el armario. ¿Vale? -La miro y le doy la mano. 
Ella me la coge, me mira con los ojos brillantes y sonríe. Sé que su sueño, es ser asesora de imagen personal. Le encantan esas cosas y quiero que olvide el pasado, pues si ella no lo olvida, yo tampoco. 
-Tendremos que buscarte algún conjunto para estos zapatos. -Añade más alegre e ilusionada. 
-Y un momento, para llevarlo puesto. -Dice Oriol, cómo no, para fastidiar. 
Las dos lo miramos: 
-Cierra el pico. -Decimos al unísono. 
Él nos mira con los ojos abiertos y se echa para atrás. 
-Mil perdones... 
Pican la puerta. Qué extraño. Daniela se toma la libertad de permitir el paso a sea quien sea. Entonces, abren la puerta, y entra ¡DANI! ¡Oh Dios mío! ¡¿Pero cómo sabe que estoy aquí?! ¡Y encima viene con un ramo de flores y un paquete envuelto con papel de regalo! ¡Y parece que Oriol lo conoce! ¡¿Qué?! 
-Hola. -Dice sonriendo. 
-¡Colega! ¡¿Cómo estás?! -Oriol se acerca a él y ambos se chocan la mano bastante fuerte. 
Dani le sonríe y le da un breve abrazo afectuoso. 
-Tío. ¿Qué tal? 
-Bien, la verdad es que bien. 
-Bien. -Desvía su mirada y la clava en mi sorprendida expresión facial- Hola Anna. -Me dedica una amplia sonrisa. 
¡Dios! ¿Qué le digo? ¡¿Qué le digo?! ¡¿QUÉ LE DIGO?! 
-Hola... -Le sonrío tímida. 
-¿Quien es? -Pregunta la oportuna de Daniela. Dios... que no lo sabe y ahora seguro que grita. ¡Daniela por favor! ¡Controla tus emociones y esas cosas! 
-Es... -Pero Dani me interrumpe. 
-Soy Daniel, Dani para los colegas. 
-¿Eres quien creo que eres? -Alza la voz un poco demasiado. 
Por favor Daniela, por favor... 
Dani la mira divertido. Creo que le gusta esta situación. Me da a mí, que al chico le encantan las situaciones incómodas ajenas. 
-¿Y quien crees quien soy? -Sonríe. 
-El que salvó a mi amiga de las manos de ese gilipollas. ¿Eres tú verdad? ¿A qué sí? -Daniela es bastante atrevida. ¿Y si no lo llega a ser qué? Quedarías en ridículo compañera de la vida. ¿Es que no te das cuenta? Pero, claro, las chicas como tú siempre lo aciertan todo y siempre les sale todo bien y has dado en el clavo. 
-Enefecto. Soy yo. -Sonríe. 
Y para sorpresa de todos ella se abalanza sobre él y lo abraza con cuidado de no tirar lo que llevaba en las manos. 
-¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias por todo de verdad! 
Madre mía, Daniela, apártate de él. Estás siendo... babosa. Estás muerta de celos, eso es lo que te pasa. Joder Ann cierra el pico tú también. 
-De nada... bueno... esto... eh.... -Ahora el que parece incómodo es él. 
-Perdona, lo siento. -Daniela se aparta y sonríe- Pero gracias de verdad... esta idiota es mi alma gemela amistosa. 
Dani se ríe. Daniela mira a Oriol. 
-Ven Uri, vamos a por una caja de bombones para Anna. 
-¿Qué? 
-Venga... -Lo coge del brazo y me mira- Luego te vemos Annita, te queremos. -Salen de la habitación. Ella lo lleva casi arrastras. Sé la intención de Daniela. Que maja la muchacha....
-Bien. Por fin solos... -Dice Dani divertido. 
Yo me río. 
-Ten. Esto es para ti. -Me da el ramo de rosas blancas. 
-Madre mía, no hacía falta de verdad. -las huelo- Pero, me encantan las rosas blancas. -Sonrío. 
Me mira fijamente y sonríe. ¿En qué está pensando? 
-No paras de darte de hostiacas por ahí. ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Te encantan los hospitales? -Noto su tono irónico y divertido en su bella y preciosa voz. Me hace reír. 
-Que va.... -Sonrío y tomo el valor de mirarle fijamente. Ambos estamos mirándonos. Parece que nos conocemos de toda la vida. Esa sensación, me encanta. 
-Anda toma. -Me da el paquete envuelto, lleva un lazo fucsia. Que gracia. Lo abro y es... ¿Un móvil? ¡¿Un móvil?! 
-Me han comentado que en el choque, tu móvil no acabó vivo y pensé que te haría falta... -Se encoge de hombros en modo de excusa. 
-Gracias... es... vaya eres todo un caballero. -Sonrío. 
-Bueno... es que quiero impresionarte. -Me mata con esas palabras y me termina de rematar con una sonrisa preciosa y deslumbrante. 


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jueves, 30 de mayo de 2013

Capítulo 8: Una amiga de verdad.

-¿Entonces no ocurrió nada después? 
-No, nada... 
-¿Y qué piensas hacer? 
-No lo sé. -Por favor Daniela, déjame en paz. No quiero hablar de ese tema justo ahora. Ahora no. Cierra el pico. 
A ver, os cuento un poco porque creo que os veo perdidos y no quiero que os perdáis. Aveces es bueno e incluso divertido perderse, pero en este caso para seguir mi historia no. Venga atentos, que os cuento: pues resulta, que después de ducharme en la casa del tío buenorro, vino su amiga Ari y me examinó y vio que estaba bien, entonces claro para no quedar mal y cómo vi a ese chaval tan simpático y amable, que no tenía intención de hacer nada conmigo y el muy galanpollas (mezcla de galán y gilipollas) se ofreció a llevarme a casa en coche, pues yo no le pude decir que no y NO HICIMOS NADA. Realmente me hubiera encantado que ese hombre me tirara los trastos, pero en vez de eso, me trató cómo a una reina y ATENCIÓN: ¡ME REGALÓ ROPA DE SU AMIGA Y TODO! Porque la que yo llevaba puesta antes de que todo sucediera, pues estaba hecha trapos sucios y no era plan.... ¡DECIDME SI NO ES GALANPOLLAS EL HOMBRE ESTE! Y para colmo, hoy estoy en el gimnasio con mi compañera Daniela, que trabaja conmigo en el restaurante y claro, es mi mejor amiga, y cómo mejor amiga que es, pues idiota de mí le cuento lo que pasó y lo que yo quería y ella cómo es un poco guarra, pues no para de preguntarme y no quiero que lo siga haciendo. Pero, lo peor no es eso, lo peor son sus "consejos" ay Dios, pero que complicado es esto. 
-Mmmm... ¿Tienes su número de teléfono? 
-Sí, me lo dio para que lo llamara cuando necesitara su ayuda o desahogarme y tal... 
Ella abre los ojos y su cara refleja una alegría ajena. Oh no... eso no es buena señal. 
-¡LE GUSTASTE! ¡AH! ¡QUÉ FUERTE! -Su voz inunda el gimnasio, que menos mal está vació y no hay nadie, pero eso a ella le hubiera dado igual. 
-Daniela, cielo, lo hacía por compromiso. Seguro. 
-Va tía, no seas tonta, no te cierres esperanzas tú sola. -Sonríe- Seguro que con ese cuerpo de diosa de la belleza, lo dejaste atontado y se quedó colado por ti. Apuesto a que ahora piensa en ti. -Dice con aire soñador. 
Yo la miro con ironía. 
-Daniela... deja de alucinar cariño. 
La verdad, es que su teoría soñadora, me encanta. Ojalá fuera verdad, pero lo dudo mucho. Lo de ese chico, fue pura actitud de humildad. 

-¿Te ha llamado ya? 
¡Ah! Que se me ha olvidado lo más importante: que me he mudado a vivir con Daniela en su piso y si antes era pesada, ahora es INSOPORTABLE ya es que deseo que Dani me llame, aunque sea para preguntarme cómo estoy y que yo le diga que estoy bien, que se alegre por mí, que cuelgue y me deje en paz para siempre, para así matar los pajarillos que recorren la cabeza loca de esta chica. 
-No, no me ha llamado. -Digo en un tono que dice entre lineas que deje el tema de una puñetera vez. 
-Seguro que te llama. 
-¿Y tú qué tal con tus ligues habituales? 
-Pues ya sabes, cómo siempre... -Cierra los ojos. Inmediatamente sé que va a cambiar de tema y que no le agrada  nada lo que va a preguntarme, porque sé lo que me va a preguntar- ¿Y tú... cómo estás...? 
-Pues... estoy... que es lo importante. ¿No? 
-Ya, pero tía lo que has pasado... estoy cabreada contigo. 
-¿Por qué? 
-Pues porque, no me contaste nada, porque te callaste y porque, te estaba haciendo daño y yo creyendo que eras feliz y tú sufriendo en silencio... es que tía, es.... siento que no me he comportado cómo una buena amiga y estoy cabreada contigo, porque me estoy sintiendo culpable, cuando en el fondo sé, que la culpa es tuya... ¡¿Por qué coño estuviste con ese gilipollas cuando te estaba haciendo daño?! ¡¿Por qué no pusiste remedio antes?! ¡¿Qué coño te se pasaba por la cabeza Anna?! ¡¿Tienes idea cómo nos sentimos ahora los que de verdad te queremos?! ¡¿Eh?! ¡¿La tienes?! -Se coloca las manos en la cara y se echa a llorar desconsoladamente. Ahora sé el porqué era tan pesada con lo de Dani, creo que quería evitar este tema, pero esto no es un simple dolor de cabeza, ni un corte en el dedo del que te puedes olvidar... no sabría cómo explicároslo para que me entendáis. Lo que quiero decir, es que esto que ha pasado, es una herida en el alma, que seguramente, a largo plazo, o para el resto de mi vida, llevaré conmigo, cicatrizada, pero que en dados momentos, me dolerá al hacer un movimiento brusco. 
Ahora mismo no sé que decirle, no sé cómo consolarla, si es que no puedo consolarla, la culpa es mía Es toda mía. Noto cómo se me embota todo el cuerpo. Empiezo a llorar yo también. 
-Da-nie-la... -Apenas puedo hablar y creo que ella tampoco. 
Las dos nos dejamos caer sobre la cama de matrimonio y dejamos que nuestras emociones se desborden de  nuestro cauce y nos cogemos de la mano entre llantos y lágrimas. Ahora sé con total certeza, que Daniela, no es solo una colega, es una amiga, una amiga de verdad. 

AY LOS AMIGOS, QUE GRANDES SON CUANDO SON VERDADEROS. ¿ESTÁN DE ACUERDO CONMIGO? BUENO, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE CAPÍTULO, PUES LO ESCRIBO CON MUCHO AMOR Y MUCHO SENTIMIENTO :) OS QUIERO CHIQUITINES TRAVIESOS!!!!!!! Y SI ME SIGUEN EN MI CUENTA DE TWITTER @YourDanna OS QUERRÉ UN POCO MÁS Y PODREMOS SER AMIGOS Y JUGAR EN LA PRADERA JEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJ OS AMO JODER!!!! 

miércoles, 29 de mayo de 2013

Capítulo 7: La nueva faceta de Ann.

-Odio creer que lo de ayer fue real... 
Le estoy contando a Dani, cómo me siento después del ataque de ayer de mi ahora ex-novio. Él me mira atentamente, creo que siente compasión por mí. Es normal, yo también la sentiría por cualquiera que me lo hubiera contado. Es horrible. No me gusta esto. No me gusta sentirme cómo me estoy sintiendo ahora mismo. No me gusta creer que a quien yo he amado más que a mi vida misma, me haya hecho algo tan terrible y bizarro como esto... Es frustrante... No hay palabras para describir ese sentimiento de sentir que no eres nada. No sé si me explico chicos, pero ahora mismo, yo me siento una gota de lluvia que cae sobre la acera y que se desvanece entre el sólido suelo y aquí no ha pasado nada. 
-Pero, ocurrió. Ocurrió y menos mal que no ocurrió lo que podría haber ocurrido si yo no llego estar ahí... ese cabrón se merece la cárcel y mucho más por maltratar así a una mujer. 
-No por ser mujer, soy más débil que un hombre... -Digo ofendida. 
-No me malinterpretes por favor Anna, no quería decir eso exactamente, a lo que me refiero, es que este pavo te podría haber matado y antes te habría violado. Y sí, desgraciadamente, en este caso, tú eras más débil que él. -Me mira seriamente, cómo si fuera mi padre dándome lecciones de comportamiento. Yo que sé, algo así- Seguramente, no era la primera vez que te pegaba, que te trataba cómo un objeto sin valor. Tal vez fuera la primera vez que te trataba malamente en ese alto grado, pero seguro que antes algún insulto, una bofetada o cualquier ofensa a tu persona habría caído sobre ti. 
Agacho la cabeza dándole la razón. Es verdad, no era la primera vez., pero me quiero defender al respecto. 
-Pero, ayer yo le eché agallas y le planté cara. 
-Y fue demasiado tarde. 
-No lo fue. 
-Claro que lo fue, mira cómo terminaste y hubieras acabado peor si no llego a estar yo. Esta situación en la que ahora te encuentras, se podría haber evitado Anna, podrías haberte evitado días, semanas, quizás meses de sufrimiento por ese canalla, su hubieras sido lo bastante fuerte cómo para haber ido a la comisaría y haber denunciado. Deberías haberte alejado desde el primer guantazo que te dio. Ahí tú, fuiste débil. Muy débil y eso, a los hombres cómo ese, les hace crecerse y abusar de quien es inferior a ellos. No te excuses Anna. 
La verdad, es que me siento aludida, y no me gusta. 
-Oye, no me conoces para hablar sobre mí con esas confianzas y esas conclusiones. ¿Vale? 
-No. No vale. -Me dice firme a sus ideas. 
¿Pero, quien te crees que eres para hablarme así? ¡No eres nadie para mí! Te ha salvado de una vida de felpudo o quizás de la muerte. Le debes mucho. Me suelta Ann echándome la bronca también. Ann, no te metas tú tampoco, cállate. Soy tu conciencia cielo, no me pienso callar, y ahora sé buena chica y dale las gracias al tío buenorro por haberte salvado el pellejo. ¡VAMOS! Si Ann se pone así, yo no la puedo desobedecer... puta.... Tomo aire por la nariz, levanto la mirada y mis ojos buscan los suyos, al encontrarlos se pierden en los suyos. Son preciosos, son de un verde precioso... madre mía es... sonrío sin poder evitarlo y él me mira extrañado. 
-Gracias. -Le digo. Creo que esa sonrisa de flechazo, se puede disfrazar de sonrisa de agradecimiento y todos alegres y felices. 
-De nada. No es nada. -Recoge las cosas de la mesa y se levanta, me mira- El baño está enfrente de la habitación donde estabas antes, ve y aseate lo que tú creas necesario. Si necesitas cualquier cosa, pídemela, pero allí tienes de todo, mientras tanto yo llamaré a una amiga que es enfermera y que venga para verte. No quiero que te vayas si estás mal o algo. 
-Eh... te lo agradezco, pero no hace falta... de verdad... estoy bien... 
Anna, no seas mentirosa, en verdad te encanta el gesto que este chico está haciendo por ti, aprovéchate de la situación y quédate en este bello lugar que tanto nos gusta a las dos y métete en la ducha, a lo mejor tenemos final feliz y todo. Ann sonríe pícara, menuda zorra. Échale las culpas a este adonis. Me reprende ella con orgullo de haber sacado su faceta... ¿Putona? Sí, correcto. Madre mía una ola de excitación recorre todo mi cuerpo. Venga tío buenorro, insiste más, insiste en que me quede y me acomode aquí. Por favor. 
-Insisto en que te quedes hasta que estés algo mejor. -Me mira divertido- No muerdo... -Sonríe. 
Ya lo harás. Canta Ann dentro de mí. Lo harás. 


ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO ESTE CAPÍTULO DE YOUR DANNA FANTASY, LA VERDAD ES QUE ME GUSTA ESCRIBIR COSAS ASÍ, ME LLENAN DE VIDA E ILUSIÓN PARA SEGUIR LUCHANDO CONTRA MIS DEMONIOS Y PARA CONSEGUIR SER ALGUIEN EN LA VIDA. GRACIAS A TODOS LOS QUE PASÁIS Y GASTÁIS EL TIEMPO METIÉNDOOS EN EL BLOG PARA LEER MI IMAGINACIÓN. SÍ OS INTERESA CONOCERME UN POCO MEJOR, SEGUIDME EN TWITTER @YourDanna OS QUIERO CHIQUITINES TRAVIESOS (LL) 

martes, 28 de mayo de 2013

Capítulo 6: Absurdo no, lo siguiente.

Me mira y yo me encojo de hombros como sintiéndome culpable a saber de qué. ¿Hola k ase? Me pregunta mi conciencia a la cual le llamaré Ann. Pero no te quedes ahí parada so idiota, que seguro que piensa que eres patética. 

-Bueno. Deberías sentarte, comer y descansar. Estás pálida. -Deja la bandeja del desayuno y me coge de la mano con toda naturalidad y me sienta en el sofá, que el jodido es cómodo encima. 

Esto. ¡SIGO SIN SABER QUIEN ERES Y QUÉ HAGO AQUÍ!  ¡PRESÉNTATE AL MENOS TÍO BUENORRO! Sonrío al pensar en que esta situación es real y que no ha salido de ningún chiste. 
Él tío buenorro, me mira mientras pone la bandeja delante de mí y coge una silla para sentarse enfrente de mí: 

-Daniel. -Me dice sin rodeos. 
-Anna. -Respondo con la misma forma o cómo sea. 
-Un placer.
-Igualmente. 
-Come. 
-¿El qué? 
-El desayuno. 
-¿Qué desayuno?
-El de la bandeja... 
-¿Es para mí? 
-Eh... claro... -Se está conteniendo la risa, lo sé. LO PRESIENTO. 
-Qué considerado. 
-Es lo menos que podía hacer por ti. 
-Claro claro... supongo que gracias. 
-De nada. 
-Vale.... 
Los dos nos quedamos callados y yo sigo sin coger la taza de chocolate que hay en la bandeja. 
-¿Situación incómoda? -Pregunta él. 
-Sí. -Respondo. 
-Estamos igual... 
-Ya...
-Pero, mujer come que se te ve con cara de hambre, y hay que recargar las pilas. -Sonríe. 
Lo miro y no puedo evitar sonreír también. 
-Esto es raro. -Me río. 
-Lo sé. Se te enfriará el chocolate y de verdad te lo digo, caliente está mucho más bueno, es mi especialidad secreta. 
Me río. 
-Vale vale. -Cojo la taza por el asa y doy un sorbo bastante exagerado- ¡Ah! 
-Sí, creo que me he pasado con lo de caliente. Está ardiendo... -Encoge los hombros en modo de disculpa. 
-Mi lengua... 
-Bueno, es que eres muy bruta. -Dice levantándose y dirigiéndose a la cocina. Al rato sale con un baso de agua agradablemente fría. Me la da. Yo bebo. 
-No soy bruta, tú te has pasado calentando la leche. 
-Oye oye que no que yo este desayuno lo hago perfecto. 
-Pues que sepas que yo lo hago mejor. 
-¿El qué? 
-El desayuno. 
-¿Qué desayuno? 
-Eh... -Los dos nos quedamos mirándonos y nos desvanecemos en unas tremendas carcajadas. 
Pasa un rato, yo ya me he terminado el desayuno y Dani (o el tío buenorro, cómo ustedes prefieran) me ha dado una pastilla para mantener dormido el dolor de todo mi cuerpo. 


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martes, 21 de mayo de 2013

Capítulo 5: Hola.

Salgo con dificultad de un profundo y raro sueño y oigo unas voces que hablan cerca de mí:

-¿Crees que despertará? A lo mejor está muerta... ¿No estará muerta verdad?
-Karol, cállate.
-Dani, deberíamos haber llamado a la policía o a la ambulancia, o al ejército o algo...
Él se ríe.
-Eres de lo que no hay. Anda, trae más paños húmedos.
-No soy tu chacha.
-Pero, sí una protestona, anda ve.
-Vale.

Es lo poco que he podido oír, de repente, otra vez me caigo en un profundo sueño. Otra vez vuelvo a salir y escucho:

-Deberías llevarla a un hospital.
-No puedo llevarla a un hospital.
-¿Por qué no? Allí estará mejor atendida.
-Sólo se desmayó ya está.
-Daniel, por favor te lo pido, llévala al hospital. Que la miren y se aseguren de que está bien.
-Aquí está bien.
-Dani...
-¡Está bien joder! Confía en mí. Por favor Ari, confía en mí. Tú sólo, tráeme lo que te he pedido y hazme el favor... por favor.
-Vale, está bien, pero cómo me despidan te mataré.
-No te van a despedir, tranquila.
-Vale...

Una ola de sueño profundo me arrolla. La ola pasa y vuelvo a oír voces otra vez:

-No sabías cómo estaba la pobre. No paraba de temblar, lloraba y apenas podía respirar por la ansiedad. Ese hijo de puta, iba a matarla seguro.
-Menos mal que tú estabas cerca para poder ayudarla.
-Sí.
-Pero Dani. ¿Estás seguro de que no habían fotógrafos verdad?
-No había nadie, te lo aseguro.
-Dani, cómo salga una sola foto tuya haciendo algo fuera de lo normal, despídete de tu carrera.
-Oye, no me ha visto nadie. ¿Vale? Además si hubiera habido alguien, tampoco me habría abstenido de haberla defendido. Este cabrón iba a hacerle mucho daño a esta chica.
-Hemos hecho mucho por tu carrera, para que un cabrón te la destroce...
-¡Nadie me ha destrozado nada! ¿Es que no lo entendéis ninguno? ¡Esa chica estaba apunto de ser violada y asesinada por ese hijo de puta! ¡No podía quedarme ahí sin hacer nada e irme de rositas! ¡No me lo hubiera perdonado en la vida joder!
-¿Y todo por lo que has luchado para llegar donde estás ahora qué?
-¡Antes de ser lo que soy, soy persona joder! ¡Enteraos de una vez que no soy un producto! ¡Soy persona!
-¡Una persona qué está cómo una cabra! ¡Qué en vez, de haberla llevado a un hospital, se la lleva a su casa y sin atención médica!
-Atención médica ha tenido.
-¿A sí? ¿De quien?
-De Ari.
-Joder...

Intento huir del sueño profundo, pero me alcanza y me arrastra con el. Abro los ojos, veo una habitación con dos enormes ventanales que dejan pasar la luz del brillante sol en la estancia, por lo que se ve hace un día precioso. Me duele un poco todo. Mmm mierda, tengo sed, hambre y quiero ir al baño. Por cierto.¿Donde puñetas estoy? En un hospital fijo que no. Echo un vistazo a mi alrededor y veo que la habitación donde estoy es de una mujer, más que nada porque hay un mogollón de vestidos esparcidos por el sofá y la silla y el armario abierto. Muy ordenada no es. Me incorporo con una punzada de dolor en prácticamente todo mi cuerpo y consigo sentarme. Miro la mesita y veo el despertador morado en el que marcan las 11:42 AM. Al lado hay un vaso de agua fría. Al parecer, la han rellenado hace poco, lo cojo y bebo demasiado deprisa. Un escalofrío me recorre todo mi ser. Mierda, tendría que beber más despacio, pero ya está hecho, venga, a explorar el territorio. Me levanto y me llevo una sorpresa al ver que puedo mantenerme en pié sin ninguna dificultad, aunque el tema de dar pasos ¡DUELE MUCHO! Empiezo a caminar por la habitación y salgo del cuarto, camino por el vestíbulo, o lo que parece ser un vestíbulo, donde hay tres o cuatro puertas cerradas y otra puerta doble con cristalera traslúcida, que creo que da al comedor, la abro y entro a un gran salón bastante bonito y donde un piano de cola blanco impone elegancia en el lado izquierdo, separa un sofá también blanco y parece de piel sintética en forma de ele, a la zona donde parece ser que se come, porque hay un juego de sillas y mesa blancas, bueno, todos los muebles son blancos, incluso la televisión de plasma de tropecientas pulgadas es blanca...
-¿Te gusta mi salón eh?
Doy un respigo y veo que sale un hombre sonriente de lo que parece ser que es la cocina con una bandeja de desayuno. Lo miro y me quedo idiota.
-Hola...
-Hola. -Susurra.
Yo agacho la cabeza. Bien, analicemos el asunto... ¡Dios está buenísimo!

domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 4: Escaparse o quedarse.


-No encuentro las llaves...
-¿Cómo...?
-Que no encuentro las...
-¡Cierra el pico! -Interrumpe el chico alto, rubio, de ojos verdes que me mira furioso desde la puerta del salón. Se acerca a mí con paso decidido, me coge del pelo y me echa la cabeza hacia atrás- Vamos... a... llegar... tarde... por... tu... puta... culpa.
Sus palabras salen de entre sus dientes muy apretados. Empiezo a temblar. Por favor, que no lo haga. Que no lo haga. Que no lo haga. Que no lo haga. Que no lo... Me empuja hacia la cómoda y me doy con la frente en el mago de uno del tercer cajón.
-¡Joder!
Yo contengo las lágrimas. Para. Para. Para. Para. Para por favor... te quiero. Te quiero. Para. Lo siento. Te quiero.
-Lo... lo siento... -Digo con un ilo de voz temblorosa.
Se agacha junto a mí, me coge con una mano la barbilla y hace que lo mire. Me acaricia la cara.
-¿Estás llorando?
Yo niego con la cabeza, pero es obvio que estoy llorando. Se me saltan las lágrimas.
-¿No? ¿No estás llorando? -Su voz es demasiado dulce.
-Es-estoy bien... de verdad...
-Me alegro mi amor... -Sigue acariciándome la cara- Esto... -Me toca la frente donde creo que se ha formado un chichón de los gordos- Te has tropezado con los tacones, porque eres una patosa torpe. ¿Entendido? -Me sigue acariciando la cara y obligándome a que lo mire, las lágrimas me nublan la visión. No soy capaz de contestarle. El llanto atasca mi garganta. No puedo hablar- No te oigo. ¡Responde! -Me sobresalta.
Trago saliva y respondo.
-Entendido.
Me sigue acariciando la cara. Saca un pañuelo y me seca las lágrimas.
-Odio verte llorar mi amor. ¿Lo sabes? ¿A qué sí? Sabes que odio verte llorar.
-S-sí. Lo sé...
-Pues deja de llorar joder, que pareces una niña pequeña joder.
-Pues no me trates cómo tal. -Dios mío, no me creo que le haya dicho eso yo.
Su sorpresa se ve reflejada en sus ojos y enseguida se llenan de rabia y... ¿Odio? Inmediatamente sé que esto no va a acabar bien, al menos para mí. Esto no va a ser bueno. Dios mío. No. No. No. No... Noto cómo un calor terrible invade todo mi ser. Ese silencio que hay durante unos segundos, se vuelven eternos. Esto no va a acabar bien. Quiero levantarme y echar a correr, porque sé que él no va a tolerarme que yo le desafíe. No le gusta que le desafíen, y mucho menos yo. Su novia, su chica, su... en verdad no sé lo que soy para él. Pero, él lo es todo para mí. Es lo único que tengo. Es el dueño de mi vida...
-Deberías usar esa boca para otras cosas en vez de para soltar gilipolleces zorra.
Dicho esto, me da una fuerte bofetada en la mejilla que me tira el suelo y hace que me golpee la cabeza. Pero ahí no termina todo, se levanta y me da varias patadas en las costillas. Abro la boca para intentar coger aire, no puedo respirar...
No. No. No. Por favor, no. Basta por favor. No lo hagas. Por favor. No va a parar Anna, nunca va a parar. Levántate y corre. Corre Anna, sal. Vete de aquí. Vete, no pararé. Siempre te va a hacer daño. Se está convirtiendo en costumbre. Él no te quiere, no te quiere cómo te mereces ser querida. Vete Anna joder, levanta. Vamos.
Mi conciencia libra una lucha con ella misma: Una parte de ella, quiere que aguante, cree que él me está haciendo esto para castigarme, porque no soy lo suficientemente buena para él. Cree que si dejo pasar un tiempo y hago lo que él me pide y me ordena, algún día dejará de agredirme y seremos felices para siempre. Pero otra parte en minoría, no lo aguanta, no aguanta ser menos de lo que se cree que es. Quiere gritar, quiere salir, quiere enfrentarse a ese cabrón y dejarle las cosas claras, quiere tomar las riendas de su vida y triunfar. No quiere ser un mueble más al que se puede follar cuando a él le venga en gana. Es más que eso, es una persona, es una mujer, es toda una mujer, que quiere aprender de sus errores, pero no con él y mucho menos a golpes, quiere ser libre y feliz. Quiere vivir.
-¡Ahora, si eres tan valiente, te levantas y me vuelves a desafiar zorra! -Dice gritando, se pone depié y me escupe en la cara. Se va.
Se ríe de ti, te insulta, te tiene prohibido hace cosas que te gustan, te humilla, te pega y te escupe.¿De verdad estás dispuesta a soportar este trato todos los días de tu vida?
No sé cuanto tiempo llevo tirada en el suelo. Me duele todo el cuerpo. No sé que hacer. No quiero dejarle, le quiero. Pero, tampoco estoy dispuesta a soportar esto por mucho tiempo. Tengo mis límites también. Cierro los ojos y me quedo traspuesta.
-Eh despierta. Venga.
Un cogín aterriza en mi cabeza y me hace volver al mundo real. Abro los ojos y le veo de pié junto a mí. ¿Seguirá enfadado? La que debería estar enfadada eres tú. Me dice esa voz interior a la que llamamos conciencia. Me levanta despacio, me duele todo. Le miro fijamente. Él me devuelve la mirada como advirtiéndome en plan: no vuelvas a desafiarme, si no quieres que vuelva a pasar lo de antes. Le suelto un bofetón en la cara, todo lo más fuerte que puedo.
-Puta... -Se toca donde le he pegado- ¿Cómo te atreves...? -Me coge del pelo y me tira a la cama- ¡Pero quien coño te crees tú para pegarme a mí zorra!
Se pone encima de mi y me coge del cuello. En sus ojos se le salta la rabia y la ira. No le ha gustado nada que le plantara cara, pero es que estoy harta de que me trate cómo una mierda.
-¡Su-suéltame...! -Intento apartar las manos de él.
-Esta vez te has pasado rubia. Y me las vas a pagar. -Me aprieta el cuello.
Le doy un rodillazo en el estómago. Cae al lado de la cama.
-¡Ah! ¡Puta!
Me levanto corriendo y salgo de la habitación sin darme cuenta de que voy descalza, pero es que ahora eso es lo de menos. No importa cómo vaya vestida, lo que tengo que hacer, es salir de aquí. Esto no es un hogar, esto es el mismísimo infierno en vida.
-¡¿A donde te crees que vas zorra?!
-¡Muérete! -Salgo al rellano y bajo las escaleras a toda prisa con él detrás de mí- ¡Déjame en paz! ¡Déjame en paz! ¡Ayuda por favor! ¡AH! ¡AYUDADME POR FAVOR!
-¡Te voy a matar puta!
Salgo a la calle y empiezo a correr por las calles bajo la lluvia. Joder, el suelo resbala. Mierda. Echo la vista atrás un momento, y lo veo bastante cerca de mí. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Me va a coger y Dios sabe lo que va a hacer conmigo. ¿Pero es que nadie me oye?
-¡Por favor ayúdenme! -Grito con todas mis fuerzas.
-¡Nadie te va a ayudar pedazo de perra!
Tira de mi pelo y me atrae hacia su cuerpo. Dios mío. ¡Me va a matar! ¡Me va a matar! ¿Donde coño está la policía cuando se le necesita? Me agarra muy fuerte de la cintura, tanto que no puedo apenas moverme. Me tapa la boca ahogando mis gritos.
-Atrévete a desafiarme ahora cielo. Vamos... ¡VAMOS!
Empiezo a llorar desesperadamente. No quiero morir. Por favor Dios, no permitas que esto me pase a mí. No dejes que él se salga con la suya por favor Dios no. No lo dejes hacerme esto y luego que sea juzgado por la justicia injustamente. Por favor Dios, si existes, sálvame.
Él me tira al suelo, y se pone encima de mí. La lluvia me imposibilita la visión y las lágrimas, tampoco lo ponen bastante fácil. Me coge del cuello, mientras rompe el vestido que llevo puesto. Mierda, no. Esto no. Por favor, mátame, pero esto no. ¡No! ¡AYUDA JODER!
-¡Tú! ¡Suéltala!

jueves, 16 de mayo de 2013

Capítulo 3 135 DÍAS

Soy capaz de percibir el movimiento a mi alrededor. Noto que alguien está muy cerca de mí haciendo algo, pero no sé el qué. Abro los ojos y veo a una mujer vestida de azul que está cambiando lo que parece ser un gotero. La miro y ella lo percata, mueve la cabeza y me sonríe amablemente.
-Buenos días Anna. ¿Cómo te sientes?
Sigo mirándola. Mi voz tarda en salir de mí.
-¿Qué ha pasado? ¿Por qué estoy aquí? -Digo arrastrando cada palabra que sale de mi boca.
La mujer, termina de cambiar el gotero y me mira tranquilizadoramente.
-Al parecer, te diste un fuerte golpe en la cabeza, te atropelló una moto creo. No estoy segura. Ahora avisaré al doctor para que venga y te vea. ¿Vale?
-Vale. Gracias.
Me dedica una amplia sonrisa.
-No hay de qué. -Se dirige a la puerta para irse, y se despierta en mí la curiosidad y le pregunto:
-¿Cuanto hace de eso?
Se da la vuelta y me mira cómo queriendo asegurarse de que ha entendido la pregunta.
-De lo del golpe. -Le aclaro.
Me mira pensativa, creo que le da miedo responder a eso.
-Cuatro meses y medio...
¡¿Qué?! ¡¿Cuanto?!
-¿E...enserio....? ¿Tanto tiempo...?
-Sí. Pero lo importante es que estás bien y has despertado. Eso es lo que importa.
Y a raíz de eso nace otra pregunta más importante.
-¿Ha venido alguien a verme?
-Sí, tus padres, tus hermanos, tus tíos, primos, algunos amigos y compañeros de trabajo. -sonríe- Te han dejado muchos regalos, flores y cartas de ánimos para que salieras adelante. Te quieren mucho.
-¿Y sabes si ha venido un chico rubio de ojos verdes?
Se queda intentando recordar esa descripción.
-No, no ha venido ninguno con esa descripción... -La curiosidad asoma por sus ojos y me mira espectante.
-Vale... de acuerdo.
-¿Necesitas algo más?
-No gracias, todo está en orden...
Todo lo en orden que se puede llegar a estar estando en una situación cómo en la que estoy yo.

-¡Anna! ¡Hola Anna! ¡Qué alegría verte despierta!
Estoy rodeada por toda la familia que ha venido a verme, mi hermano Oriol no para de gastarme bromas sobre mi estado de haber dormido cuatro meses y medio o cómo él dice, 135 días. Me están poniendo al día de todos los cotilleos de todo el planeta tierra, me cuentan sus vidas y de cómo les va en el trabajo y me dan a entender, que me han echado mucho de menos. Estoy emocionada por sentirme tan importante cómo me están haciendo sentir. Antes, yo no era nadie en ningún sitio, era solo una persona más en un grupo que ni hablaba ni opinaba. Era un cero izquierdo en toda regla. Creo que ahora, se han dado cuenta de lo que soy para ellos y yo me he dado cuenta de que soy importante. Es algo que me cuesta explicar, pero seguro que ustedes son tan inteligentes, que lo han cogido a la primera. ¡Soy importante! ¡Importo! Del verbo importar, primera conjugación, etc etc... No estamos en clase de Legua castellana, no soy quien para enseñaros estas mierdas. No me da la gana. Ahora lo que importa es que importo a la gente que me importa. Me he vuelto a liar. Bien, creo que os estoy dando una imagen equivocada de lo que soy y de cómo soy... pero si me dan una oportunidad, seguro que seremos capaces de llevarnos todos bien y entablar una entrañable y divertida amistad:
Hola, soy Anna Simon Marí, tengo 23 años, y esta es mi vida:

miércoles, 15 de mayo de 2013

Capítulo 2 Danna.

Muevo la cabeza, y veo a una chica bastante más joven que yo, que me mira risueña desde la puerta.
-¿Quien eres?
-¿Cómo te encuentras?
-Bien. ¿Qué hago aquí? ¿Qué me ha pasado?
-Mmm... es una larga historia. ¿Tienes hambre?
-Eh... no... esto... ¿Eres médico o algo?
-No.
Me estoy empezando a cansar de este jueguecito. ¿Quien diablos es esa chica tan exasperante? La miro más detenidamente y me doy cuenta de que no tiene que tener más de los 16 años. Es muy joven y esbelta. Tiene un pelo largo, rubio, recogido en un gracioso moño y unos ojazos azules que brillan casi con luz propia.
-Te has dado un buen golpe. -Dice acercándose a mí. Toma asiento y se pone a juguetear con la manga de su chaqueta vaquera.
-¿Golpe?
-Sí, golpe. Veo que no estás muy informada de tu situación. ¿Verdad?
-Llevo preguntando media hora el motivo de el que yo esté aquí. Por algo será digo yo. ¿No?
La chica me mira sorprendida y de pronto su rostro se vuelve divertido y juguetón.
-Tranquila, tampoco es para ponerse de ese modo. Eres borde.
Esta niñata me está tocando mucho lo que son las narices.
-¿Tú no deberías estar con tus padres?
Ella se queda quieta un instante y agacha la cabeza. Yo la miro inquieta. ¿He dicho algo malo?
-¿Qué? ¿Ocurre algo?
Ella levanta la cabeza y sus ojos reflejan tristeza y soledad.
-Mis padres murieron hace mucho...
Me sorprendo y no sé porque razón me embarga la tristeza y el dolor a mí también. ¿Por qué? Si ni siquiera sé como se llama.
-Lo siento.
-No importa. ¿Cómo te encuentras?
-Pues... todo lo bien que se puede encontrar una chica de 23 años, recién despierta en la habitación de un hospital, que no sabe lo que le ha pasado y con una adolescente que la trata como si la conociera de toda la vida. ¿Quien eres? Dime cómo te llamas.
-Me llamo Danna.
-¿Y de donde narices sales tú Danna?
-Soy tu ángel de la guarda, tu guía en el camino de la vida, tu protectora y tu ayudante.
Me da un ataque de risa.
-¡Ya claro! ¡Y qué más!
Danna me mira muy fríamente, tanto que me da miedo moverme incluso.
-Perdón... -Me disculpo frente a una niñata que se está quedando conmigo. Más bajo no he podido caer.
Ella sigue mirándome gélidamente.
-Escúchame atentamente Anna, esto es más serio de lo que tú te crees.
La miro sin comprender nada. Ella continua con su advertencia.
-Has perdido demasiado tiempo a lo largo de tu vida, que no te has dado cuenta de lo que pasa a tu alrededor.
-Ese es mi problema. ¿Lo sabes? ¿Verdad? Lo sabes...
-Claro que lo sé. Pero, no querrás seguir cómo hasta ahora y de repente, tener 65 años y darte cuenta de que no has tenido vida. Que todo ha sido una sucesión de días iguales y rutinarios que han ido consumiéndote poco a poco las ganas de ser un alma libre.
-Al grano please.
-¡QUE LA VIDA TE ESTÁ DANDO UNA PUTA SEGUNDA OPORTUNIDAD, PARA QUE PUEDAS SER TÚ MISMA Y NO UNA AMARGADA DE MIERDA!
Y el silencio entra por la puerta y se acomoda entre nosotras tomándose un capuchino con nata montada. Danna retoma la palabra con un tonito peligrosamente dulce en su voz.
-¿Te ha quedado claro?
Asiento inmediata, pero lentamente. Realmente esta chica me asusta. ¡Tengo miedo joder!
-Bien... y ahora arreando que es gerundio.
-¿Qué?
La cama se empieza a abrir, dejando un hueco enorme justo encima donde estoy tumbada y la gravedad ejecuta su ley haciéndome caer al vacío. Grito.
-¡AAAAH!
Veo a Danna sonreír, mientras su imagen se desvanece entre una niebla de colores y yo sigo cayendo al vacío. Y ahora, es cuando entiendo que esto es un sueño del cual voy a despertar ahora.

martes, 14 de mayo de 2013

Capítulo 1 El despertar.

Me siento cómo en una nube, estoy flotando en el espacio, veo colores, muchos colores, es todo tan extrañamente bello... me encanta la música que se oye a lo lejos, no sé muy bien de donde procede, pero es hipnotizante, aunque no es rítmica cómo todo aquello que suele hipnotizar a la gente. Soy capaz de oír los latidos de mi corazón, soy capaz de sentir mi respiración, pero no sé que es lo que respiro en verdad, si aquí no hay aire, bueno, la verdad es que no lo sé muy bien, no tengo ni idea de donde estoy, ni porque estoy aquí. Voy a llegar tarde al trabajo, voy a llegar tarde. Me van a despedir, Dios mío, no me quiero volver a casa de mis padres a Barcelona. Antes tendrás que volver a tu casa. Me dice una voz que creo que es la de mi conciencia. Pues también es verdad, antes tendré que salir de este sitio tan extraño. No soy capaz de entender qué es lo que está pasando. La verdad es que me estoy empezando a asustar un poco, por no decir que tengo el pánico recorriendo todo mi cuerpo. Noto cómo el pulso se acelera, siento que se me hiela el cuerpo, noto cómo esa tranquilidad de antes se va convirtiendo rápidamente en una inquietud y un pánico que supera todo lo superado hasta este momento a lo largo de la vida en el universo.
Abro los ojos de repente, lo veo todo muy claro, tan claro que apenas veo lo que tengo delante. ¿Estoy llorando? Una mano con un pañuelo húmedo me refresca la cara. ¿Se puede saber donde estoy? ¿Qué ha pasado? El miedo es ahora mi única compañía interna. Empiezo a moverme, mis brazos y piernas empiezan a dar manotazos y patadas al aire, porque los que están presentes en donde quiera que yo esté, se apartan rápidamente.
-¡Joder sujetadla! ¡Tranquilizadla de una vez!
Esos gritos, de voz de hombre, me suben aún más el pánico que llevo ya por dentro y por fuera. ¿Qué coño ha pasado? ¡Quiero irme de aquí por favor! ¡Socorro! Noto cómo mis lágrimas salen a chorretones de mis ojos. Estoy muerta de miedo y nadie se molesta siquiera en decirme donde estoy.
-Ey, tranquila. Tranquila, estás con nosotros. Tranquila, por favor, Anna tranquilízate, venga deja de llorar. Todo está bien. Gracias a Dios tú estás bien. Tranquila. -Noto que una mano muy suave me coge fuerte, de la mano y me la aprieta para tranquilizarme- Ya está ya. Zzz tranquila. -Se nota que sabe controlar su paciencia y sus nervios y me transmite esa tranquilidad a través de sus palabras y su apretón tranquilizador.
Parpadeo un par de veces hasta abrir por completo los ojos, veo una tenue luz que ilumina la estancia donde estoy. Muevo la cabeza lentamente hacia un lado y sé inmediatamente que lo de hace un momento, no ha sido un sueño, bueno, eso de hace un momento... no estoy segura la verdad. Han pasado unos segundos, cuando ya estoy situada (o eso creo) estoy en el hospital. Vale, hasta ahí llego. ¿Pero por qué? Es algo a lo que nadie me puede dar respuesta, porque no me puedo levantar. Estoy unida a miles de cables y la verdad, no tengo el cuerpo para mucho ajetreo y meneo. Que venga alguien pronto ya por favor, quiero saber que ha pasado, que está pasando. ¿Hola? Me siento perdida. De repente, se abre la puerta y oigo una voz:
-Vaya, por fin has despertado. Veo que no estás en modo ataca..

lunes, 13 de mayo de 2013

PRÓLOGO.

Los pasos es aquello que te permite avanzar o retroceder en cualquier acción durante nuestra vida. Nos pueden importar muy poco, nos pueden marcar momentos inolvidables tanto malos cómo buenos, nos pueden hacer llegar y nos pueden hacer equivocarnos. Están presentes en todo momento, en lo más mínimo, aunque no seamos capaces de darnos cuenta de ello. En verdad, nunca nos permitimos el lujo de tener un rato para pensar en cada acción que cometemos a lo largo de la vida, o cómo poco a lo largo del día. No sé, yo antes de dormir, me pongo a reflexionar de cómo me ha ido el día, de lo que he hecho bien y de lo que no debería haber hecho mal, pero sé que muchos prefieren vivir el momento y dejarse de reflexiones para vivir al límite. Dicen que es bueno no darles tantas vueltas a las cosas, que hay que dejarlas correr y continuar con nuestras vidas. No es mala idea la verdad, pero también hay que tener en cuenta, que si nos ponemos a reflexionar sobre nuestros actos y las consecuencias que han nacido de ellos, podemos darnos cuenta del tipo de personas que somos y puede cambiar el prototipo de persona que quieres llegar a ser en la vida, porque puedes pensar en cosas que has hecho y de las cuales a la hora de pensar en ellas, no te parecen adecuadas y las querrías borrar de tu pasado e incluso a poder arrepentirte. Aveces arrepentirte no está mal. No es malo reconocer los errores. Lo que quiero llegar a concluir es que, no merece la pena ir corriendo para vivir, si no te tomas un tiempo para recordarlo.
Mis pies, apenas tocan el suelo, voy corriendo lo más rápido que puedo, necesito llegar pronto, si no me despedirán y la cosa no está para quedarse sin trabajo. Miro el reloj y son las 8:57 solo tengo tres minutos para llegar a en punto. Tomo más velocidad cuando me doy cuenta de que no voy a llegar a en punto ni de casualidad. Soy una chica joven, con el pelo largo rubio, ojos azules y verdaderamente tengo un cuerpo al que le doy caña para que no se deteriore y me convierta en vejestorio a los cuarenta años. No quiero ser de esas. Anna Simon es el nombre que pone en la etiqueta cosida en la camiseta azul marino del uniforme de camarera del Restaurante Madrid City. Se trata de un restaurante bastante bien situado en el centro de la cuidad de Madrid, que dispone de una prestigiosa y exigente clientela de peces gordos, políticos y gente famosa. Por lo que el hecho de que yo trabaje allí, carga una enorme responsabilidad sobre mí. Ser puntual, higiénica, presentable al público y guapa, ser muy guapa. Vamos que entras allí y ves a auténticos modelos sirviendo platos de comida exquisita y caros licores.

Vale, pensar también en eso, me hace acelerar más el ritmo, creo que me voy a morir de tanto correr, nunca había corrido tanto ni tan rápido para ir a ningún lado, soy más de gimnasia rítmica y baile. Bajo los últimos escalones del parque, para cruzar, me adentro en lo que es el centro, donde están las tiendas exclusivas donde solo entran esos que cobran más de dos mil al mes, vivir aquí es caro, es realmente y exageradamente caro y estresante, muy estresante. Voy esquivando a cada persona que se me cruza por el camino, joder aquí todos parecen tener prisa. Miro la hora otra vez, las 8:59 genial, llego tarde. Y de repente todo se vuelve oscuro y dejo de sentir lo que sea que estuviese sintiendo anteriormente.