domingo, 30 de junio de 2013

Capítulo 28: En paradero desconocido.

Estoy muy contenta de que Dani, me haya hecho esta sorpresa. Ha traído a mis padres desde Barcelona hasta aquí. Creo que no le he contado por los problemas y conflictos por los que hemos pasado estos últimos años. Sobre todo, por lo de mi ex, no les hizo ni pizca de gracia el enterarse de que yo estaba con él, cuando me pegaba y me hacía daño. No son los principios, que me habían inculcado durante toda mi vida. Creo que el hecho de que estén aquí, ya es un gran paso a una buena relación.
Mis padres han ido a casa, a dejar el equipaje, mientras yo estoy terminando mi turno de trabajo. Tengo unas ganas tremendas de llegar a casa y poder hablar con ellos, tengo que contarles tantas cosas... También caigo en la cuenta de que me van a interrogar sobre mi relación con Dani, creo que lo conocen ya de antes, pero no estoy segura.
-Anna. ¿Puedes sacar una caja de cervezas del almacén? Aquí ya no quedan. 
-Por supuesto Clara. -Dejo lo que estaba haciendo y voy al almacén a sacar la caja de cervezas. 
Salgo y miro a Clara, que no parece estar bien. 
-Ya está. -Le digo. 
Quiero sacar un tema de conversación con ella, para indagar un poco en el tema. No somos íntimas, pero aveces nos hablamos. 
-Gracias. -Abre la caja y va sacando los botellines y los va colocando en la nevera. 
-No tienes hoy buena cara. ¿Estás bien? ¿Te encuentras bien? 
Ella me mira algo sorprendida. En un principio, parece que no sabe que responder. 
-Sí, estoy bien. Estoy cansada. 
-Vale... -No sé como continuar, a si que, opto por despedirme y seguir a lo mío- Bueno, pues voy a seguir con lo mío. si necesitas ayuda, me avisas. 
-Vale, gracias. 
Yo me voy a fuera, miro si hay clientes a los que atender y me pongo a ello. 


-Tienes una casa muy bonita, bonita decoración. -Dice mi madre, mientras recorre con la vista el salón. 
-Gracias mamá, me encanta que te guste. 
-¿Y Daniela? No la he visto. 
-Tenía cosas que hacer, luego la veréis. ¿Y vosotros qué tal? 
Miro a mis padres que están sentados en el otro sofá. Aún no me creo que los tenga delante. 
-Pues ya sabes, ahí vamos... todos te echamos de menos por allí Anna... -Mi madre me dedica una mirada como de súplica. 
Yo la miro fijamente, no quiero discutir con ella por lo mismo, no me apetece que se estropeé el momento. 
-Me gusta Madrid, vivir aquí es caro y tengo que trabajar para pagarme los estudios y el alquiler, todo en general. 
Creo que no se va a conformar con esa respuesta. 
-En Barcelona también hay buenas universidades y trabajo para costearte los estudios. 
-Barcelona no es Madrid. 
No quiero discutir, pero es que tampoco quiero que este tema siga aún en el tintero. A ver, que se trata de mi vida, de lo que yo quiero, que lo intenten entender, como mucho, aceptarlo. Tampoco es nada malo. 
-¿Y tu familia? Tus tíos, tus primos, tus sobrinos... parece que te hayas olvidado de nosotros. 
Mi padre suelta un suspiro, creo que él también está harto de este tema de conversación, pero prefiere no meterse. Creo que está de ambas partes y no quiere decantarse por darle la razón a una de nosotras. Es listo. Se mantiene al margen. 
-Me cuesta mucho ir a visitaros, me falta tiempo y dinero como para iros a ver. 
-Es que parece que te hayas olvidado de nosotros. No llamas, no envías mensajes, no te pones en contacto con nosotros... 
-Vosotros tampoco es que os esforcéis mucho por saber de mí. 
Mi madre se calla, no sabe que decir. Yo continúo hablando. 
-No te molestas ni en llamarme una vez por semana, ni siquiera eres capaz de eso.¿Verdad? Estoy harta de que siempre las culpas vayan para mí, pero tú tampoco eres doña perfecta. 
-Te estás comportando como una desagradecida Anna. 
-Será que no me han dado el ejemplo adecuado. 
Ella me mira, no le ha sentado bien lo que le acabo de decir, pero es que se lo merece. Creo que estoy apunto de echarme a llorar. 
-¿Así tratas a tus visitas? 
-¿Así tratas tú a los que te acogen en sus casas? 
Las dos estamos frías y fuertes, no nos derrumbamos, no vamos con gritos ni con llantos, somos más de demostrar fortaleza una a la otra. Somos orgullosas. 
-No sé para que hemos venido a verte. 
-Se suponía que era para vernos y pasar dos días juntos, pero como siempre tú tienes que sacar el tema estrella. ¿Es que no eres capaz de dejar ese tema y disfrutar de dos días con tu hija y dejar que sea feliz? 
-Es que no lo entiendo. 
Dios, esta mujer me está exasperando. 
-¿Qué no entiendes? -Digo intentando contener la rabia que me está provocando. 
-Tu comportamiento. Cambiaste de opinión de la noche a la mañana, nos dejaste plantados a todos. 
-Yo no dejé plantado a nadie. 
-¿Entonces? 
-¿Entonces qué mamá? -Esta vez he alzado un poco la voz, ya no me puedo contener. 
-¿Por qué? 
-Quería hacer mi vida. Mi vida. ¿Entiendes lo que te digo? Mi vida. Con mis amigos, mi círculo, mi trabajo, mis problemas, mis cosas. Lo que es una vida vamos, pues eso. Quería hacer mi vida. Mi espacio y esas cosas. 
-¿Y tenía que ser aquí? ¿Tan lejos?
-Sí. 
-¿Por qué? 
A eso no quiero responder. 
-¿Por qué Anna? -Insiste. 
Yo no digo nada. 
-Venga, ya que te has decidido a hablar, suéltalo todo. 
-Porque si me llego a quedar, nunca hubiera tenido mi espacio. 
-¿Qué quieres decir? 
-Que te hubiera tenido todos los días encima mía, hubieras estado criticando todo lo que yo hubiera hecho, todo lo que hubiera decidido... y eso es justo lo que yo no quiero. Y bueno, aquí ni me llamas siquiera, a si que, se puede decir que ha funcionado. ¿Contenta mamá? ¿Ya estás contenta? ¿Feliz? 
Me levanto cabreada, cojo mi bolso y me voy. No les dejo ni tiempo para reaccionar. Bajo corriendo las escaleras y salgo a la calle, me pongo a caminar rápido por las calles, no sé ni a donde voy ni a donde me dirijo. 
Es que es verdad, ya estoy harta. He estado toda mi vida al servicio de los demás, de mis padres, de mi hermana, de mis tíos, primos y abuelos... lo he dado todo, siempre he sido la niña buena de la familia, la mosquita muerta del colegio y el instituto. Ya es que no puedo con eso, no puedo, y es que luego la culpa siempre es mía y como que no. Solo necesito que alguien me pueda llegar a entender, que me comprenda y me apoye, y está claro que con mis padres no puedo contar, ni con mi hermana ni nadie de la familia, con ellos no puedo contar, y Daniela, nunca he llegado a poder entenderlo, ella he tenido suerte con sus padres y no es capaz de ponerse en mi piel ni por un segundo, y Dani, no sé si será capaz de entenderlo. ¿Ahora qué? ¿Qué hago yo ahora? ¿Vuelvo a casa? No, no me apetece verlos ahora. ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? No lo entiendo. 

_____
-Es que siempre tienes que sacar el mismo tema. No has podido permanecer callada ni por unos días. 
-¿Y yo qué iba a saber qué se lo iba a tomar de ese modo? 
-Pero si siempre que habláis de ese tema acabáis igual. Por el amor de Dios, aveces parece que no piensas. 
-Oye, no me faltes al respeto. 
-Yo no te estoy faltando al respeto. Eres tú quien no respeta las decisiones de sus hijos. Siempre lo tienes que cuestionar todo. Deja que sean felices y que se sientan bien con ellos mismos, no necesitan que se les cuestione, si no, apoyo. 
-No es tan fácil. 
-Ya sé que no es fácil, pero aún menos lo será, cuando los pierdas y no quieran ni verte, que es lo que estás consiguiendo muy poco a poco. 
Daniela carraspea. 
-Hemos llamado a todos los que conocemos y nadie sabe nada.
-¿Y su móvil?
-Lo tiene apagado... 
Llaman al timbre. Daniela va a abrir. Abre. Es Dani. 
-¿Sabéis algo? -Entra y los mira a todos preocupado. 
-No. -Responde Daniela- No sabemos nada. 
-¿Y si llamamos a la policía? -Pregunta la madre. 
-De momento no servirá de nada, son como mínimo veinticuatro horas para denunciar una desaparición. -Dice Dani. 
-Y solo han pasado cinco.. Dios mío... -La madre se derrumba en el sofá y empieza a llorar. 
Daniela va a la cocina a por un vaso de agua, Dani va detrás. Quiera hablar con ella a solas. 
-Por favor Daniela, explícame que ha pasado. 
-No lo sé... -Saca la botella. 
Va a abrirla, pero Dani se lo impide. 
-Cuéntamelo. -Mantiene con la mano, la botella sobre la mesa. 
Daniela lo mira. 
-Han discutido... siempre discuten. 
-¿Sobre qué? 
-No lo sé... 
-Claro que lo sabes, Anna es tu mejor amiga, te lo cuenta todo y lo sabes. Por favor... te lo suplico si quieres, pero cuéntamelo. 
-Al parecer su madre, no la apoyaba en las cosas que ella quería, y siempre discuten por ello. Se ve que le habían planeado la vida a Anna y ella pues cogió otro camino. 
-Joder. -Suelta la botella. 
Está cabreado, está cabreado consigo mismo, al final la sorpresa le ha salido mal y ha hecho que Anna no de señales de vida y eso lo está matando por dentro. 
-¿Qué hacemos? -Pregunta Daniela. 
Dani la mira pensativo. 
-Tú quédate con sus padres aquí, y estate atenta al teléfono todo el rato, si vuelve me llamas, yo voy a buscarla con el coche y llamaré a unos amigos, para que la busquen también. 
-De acuerdo. 
Dani sale del apartamento a toda prisa, baja las escaleras, sube al coche y cierra la puerta. Saca su móvil del bolsillo, mira la foto de Anna que duerme apaciblemente sobre las sábanas rojas de satén que compró para adornar la cama para aquella noche tan pasional que tuvieron el placer de disfrutar. 
-¿Donde te has metido rubia? 
Deja el móvil en el asiento del copiloto y arranca en busca de Anna. 



ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAP DE HOY!!!!!!
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viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 27: Sorpresa.

Dani: ¡Rubia!
Yo: ¡Dani!
Dani: Te emociona que te escriba... Eh?
Yo: Mucho :)
Dani: Quiero verte.
Yo: Yo también quiero verte.
Dani: Te echo de menos.
Yo: No me digas esas cosas, que me sonrojo.
Dani: Entonces, es que hago bien mi trabajo.
Yo: Qué trabajo?
Dani: Sonrojarte. Me encanta sacarte los colores.
Yo: Qué malo eres :(
Dani: Pero, te gusto.
Yo: Y yo a ti.
Dani: Pues sí. Me encantas.
Yo: Ya lo sé ;)
Dani: Pero, tú estás más loca por mí.
Yo: Eh? Qué dices loco?
Dani: Que mueres por mis huesos rubia.
Yo: Cómo estás tan convencido de ello?
Dani: Se te nota.
Yo: Eh?
Dani: En la cama...
Yo: ¡DANIEL!
Dani: ¡DIME PRECIOSA!
Yo: ¡QUE TENGAS CUIDADITO CON ESA BOCA!
Dani: Eso no me lo dices cuando la uso para comerte todita reina ;)

Este hombre, me hace excitarme. Mierda, que estoy en el descanso y ahora me vuelvo tonta.
-¿Estás bien? -Me pregunta Alexia.
Es una compañera de trabajo.
-Eh sí. Estoy bien. Gracias.
-¿Segura? ¿Quieres un poco de agua? Estás roja.
Lo que estoy es cachonda y eso no se puede arreglar.
-No, tranquila, estoy bien. Hace calor.
-Vale. Pues hasta luego.
-Hasta luego.
-Adiós.
Vuelvo a sacar el móvil y lo miro. Veo que Dani me ha mandado más mensajes.

Dani: Ey, que me hables, no me dejes a medias niña!!!
Yo: Idiota, que estaba hablando con una compañera mía.
Dani: Ah vale.
Yo: Y de niña nada!!!!
Dani: Verdad, de niña nada... grrr...
Yo: Hoy estás palote perdido. Verdad?
Dani: La verdad es que sí.
Yo: No te cortas ni un pelo e.e.
Dani: Es que he visto una foto tuya.
Yo: Qué foto?
Dani: La que te hice mientras dormías...
Yo: No me hace mucha gracia que tengas una foto mía desnuda.
Dani: No estás desnuda, solo se te ve la espalda al aire y que no llevas sujetador, nada más.
Yo: Más te vale que nadie vea esa foto.
Dani: Preciosa, te aseguro que nadie va a poder ver esa foto ;)
Yo: Pero, que tonto estás ahora mismo.
Dani: Y tú?
Yo: Yo qué?
Dani: Nada nada.
Yo: Dios mío Dani, estás que te sales.
Dani: Bastante.
Yo: Te lo tienes que mirar.
Dani: No creo que eso sea necesario.
Yo: Y qué lo es?
Dani: Pues verte.
Yo: No creo que eso solucione mucho.
Dani: Alivia.
Yo: Alivia?
Dnai: Tú ya me entiendes.
Yo: Esto se nos está yendo de las manos.
Dani: Me gusta que se nos esté yendo de las manos, me alegra el día.
Yo: Pero, si tienes una vida de lo más emocionante.
Dani: No te creas, todo es superficial y ya está.
Yo: Bueno, yo de eso no puedo opinar, no estoy metida en el tema, aunque me gustaría estarlo, me encanta la tele y la radio, en definitiva el periodismo.
Dani: Y qué te lo impide?
Yo: Pues el dinero.
Dani: Ya...
Yo: Sí, es un rollo.
Dani: Tú si que tendrías la oportunidad de entrar en la tele, pero por el camino fácil.
Yo: Camino fácil?
Dani: Sí, ya sabes...
Yo: Ah ya. Yo no quiero eso, no me gusta ese camino fácil. Es... no es mi estilo.
Dani: Entiendo.
Yo: Es que quiero merecer lo que consigo. Por orgullo personal, no hay nada más bonito que estar orgulloso de uno mismo.
Dani: Ahí tienes toda la razón. Y quieres conseguir dinero trabajando de camarera para pagarte los estudios? O qué?
Yo: En efecto, estoy trabajando para vivir en esta ciudad que es donde hay más oportunidades y para pagarme los estudios.
Dani: Y has estudiado algo que tenga que ver con este mundo?
Yo: Sí. Estudio a distancia y me presento a los exámenes.
Dani: Me alegro un montón por ti :) Me haría ilusión poder trabajar junto a ti en la TV. Te imaginas?!!!!!

Esa escena de Dani y yo en un mismo plató en un programa de televisión me hace sonreír y bastante ilusión incluso. La verdad es que sería tan... ¡Me voy a currar mucho en los estudios para que eso sea posible!

Yo: La verdad es que sí, me lo imagino :)
Dani: Pues es algo que lo tenemos que hablar en un futuro. Será divertido porder verte todos los días.
Yo: ¡ME HAS ILUSIONADO TONTO!
Dani: ¡EH EH! ¡SIN FALTAR PRECIOSA!
Yo: JAJAJAJAJ ES QUE ES VERDAD!!!!
Dani: Pues ala a estudiar como si estuvieras loca.
Yo: Eso haré :)
Dani: Más te vale.
Estás trabajando?
Yo: Estoy en el descanso.
Dani: Ah.
Yo: Por?
Dani: Por nada.
Yo: No me fío.
Dani: Eh?
Yo: Algo has hecho. No me fío de ti.
Dani: Yo no he hecho nada.
Yo: Miedo me das.
Dani: No temas pequeña, tú estás a salvo.
Yo: Sigo sin fiarme de ti un pelo.
Dani: Eeeh... bueno...

Me estoy poniendo nerviosa.

Yo: Por favor, dime qué has hecho.
Dani: Nada...
Yo: Esos puntos suspensivos te delatan. Qué has hecho?
Dani: Es una sorpresa...

Oh Dios mío. La sangre empieza a hacer una carrera de Fórmula 1 por mis venas.

Yo: Madre mía.
Dani: Sal fuera.
Yo: Eh... Qué has hecho?
Dani: Sal fuera.

Madre mía. Me levanto de la silla, guardo el móvil y salgo al restaurante. No veo nada fuera de lo normal, ni tampoco veo a Dani. Cojo el móvil y le mando una WhatsApp:

Yo: Ya estoy fuera.
Dani: No. Sal fuera.
Yo: Si ya lo estoy.
Dani: Sal a la calle anda.
Yo: Vale.

Soy un poco idiota, de acuerdo. Cruzo el local y salgo a la calle. ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No!
-¡Mamá! ¡Papá! -Noto como las lágrimas anegan mis ojos y la emoción se apodera de mí.
Corro hacia ellos y los abrazo. Dani está detrás de ellos, nos está mirando satisfecho del resultado.
-Anna, mi vida. -Mi madre me abraza demasiado fuerte, no puede respirar.
-Mamá... mamá... no puedo... respirar...
-Oh lo siento... -Afloja el abrazo- Estás preciosa.
-Gracias mami....
-Mi liendrecita, estás hecha toda una mujer.
¡Mi papi!
Me separo de mi madre y lo abrazo.
-Papi... ya no soy tu liendrecita.
Él me abraza y me da un beso en la cabeza.
-¿Entonces? ¿Piojillo? -Me sonríe con cariño.
-No, mejor liendrecilla. Dios mío... -Me seco las lágrimas con el brazo- ¡Estáis aquí!
-Claro mi niña. -Mi madre me acaricia la cara. A pesar de todo, estamos aquí.

miércoles, 26 de junio de 2013

Capítulo 26: Mi diario o lo que leches sea.

Las prendas de ropa, esparcidas por el suelo, la luz tenue de la lamparilla, ilumina la estancia, dos cuerpos enredados entre sábanas y abrazos, es ahora mi presente. 
-¿Qué tal? -Me pregunta Dani en un susurro y me besa en la cabeza. 
Abro los ojos lentamente, muevo la cabeza y lo miro, está a mi lado, me está abrazando y me acaricia la espalda con las yemas de los dedos. Dios mío, estoy muerta de gusto, me siento liberada, me siento otra persona... es algo que no cambiaría por nada del mundo. Parpadeo un par de veces y salir a jugar a una de mis mejores sonrisas. 
-¿Y esa sonrisa? -Me pregunta, mientras me acaricia el pelo y la cara. 
-Pues que estoy bien. 
Me sonríe. 
-¿Cómo de buen? 
-Muy bien.
Me agarra la cabeza por la nuca, me atrae despacio hacia él y me besa suave, pero apasionadamente. 
Nos separamos lentamente. No quiero separarme de esos preciosos labios y de esa deliciosa y juguetona lengua. Nos miramos fijamente. Quiero decirte que te quiero, que ahora eres todo mi mundo, que has destrozado mi vida y has construido de entre los escombros algo maravilloso. Solo de pensar eso, me entra la risa y empiezo a reírme. 
-¿Qué pasa? 
Me tumbo en la cama y las carcajadas se apoderan de mí. No entiendo el por qué de esa risa nerviosa. 
Él se incorpora, me mira y sonríe. Yo lo miro y sigo riéndome. Cuando me quiero dar cuenta, él, está sentado sobre la cama, mirándome con una expresión seria. Un jarrón de agua helada, se derrama con brusquedad sobre el fuego de las carcajadas y se apaga. Lo miro. Espero que no le haya molestado el que me riera. Ojalá no lo haya malinterpretado. ¡Por favor que no sea eso! 
-¿De qué te reías? -Me pregunta con seriedad. 
Su voz ahora es fría. Dios no. 
-De... de... no lo sé... -Digo asustada- No era de ti te lo prometo. -Quiero aclararlo todo cuanto antes. 
Nos miramos, su mirada es muy imponente, me hiela la sangre. No quiero que se vaya, por favor. 
-Pues ahora sí que te vas a reír. 
Lo miro sin saber a qué se refería, pero el hecho de que se acercara a mí y empezara a hacerme cosquillas por las costillas, ya me hace entenderlo todo un poquito mejor. 
-¡No por favor! 
-Me encanta verte retorcerte entre mis manos rubia. Es algo, a lo que me quiero acostumbrar. 

 ______


Han pasado varias semanas, Dani y yo, estamos intentado mantener una relación que no es todavía de pareja sentimental, pero que por ahí van los tiros. No paramos de enviarnos WhatsApps en nuestros ratos libres, nos gusta mandarnos fotos tontas y graciosas (yo soy la de las fotos tontas y él la de las graciosas) quedamos siempre que podemos, pero es que los trabajos y sus horarios, aveces no son compatibles y bueno, eso me pone triste. Es que siento que cuando no estoy con él, me siento sola... bueno, que tampoco es soledad, pero, que siento que me falta algo importante. Bueno, él es importante. 
Luego, está el delicado y complicado tema de Daniela, que sigue enamorada y embarazada de Uri, y claro, la situación es complicada y delicada, porque ellos dos, siguen teniendo citas en habitaciones de cuatro paredes y un colchón. Yo solo espero, que ella tenga el valor de decírselo, si es que no quiere que esa relación acabe para siempre y con un crío sin padre. 
-Por favor, Anna, una ensalada de pasta y un arroz a banda, para la mesa diez. Vamos rápido, que no tenemos toda la tarde. Vamos. Vamos. 
Mi jefe, es un pesado. No para de mandármelo todo a mí, estoy que no paro de un lado a otro, y para colmo, ese estrés se me nota en que me equivoco de platos o de mesas y eso, le hace enfadar al jefe y provoca más gritos y más estrés. Madre mía. ¡Necesito verle ya! Necesito que me haga el amor y me libere tanta tensión que llevo dentro. Sí, habéis entendido bien, quiero que me haga el amor. Dios mío, es que no os imagináis cómo es.... ¡No os lo podéis imaginar! Tampoco es que os lo vaya a contar, quizás más adelante, pero para eso, tendréis que esperar un poco más adelante, cuando tengamos más confianza.  A ver, es que no creo que a Dani le haga gracia que cuente nuestras intimidades de nuestros momentos íntimos, no quiero que se enfade. ¿Vale? 
-¡Esa ensalada y ese arroz! ¡Los sigo viendo! ¡Anna! 
Eh, esto, lo siento chicos, pero tengo que seguir trabajando, ya os contaré os quiero mucho  gracias por leer mi diario o lo que leches esté escribiendo. Os prometo, que no os defraudaré. 


GRACIAS POR VUESTRO APOYO MIS PEQUEÑOS AMORES!!! SI SIGUEN LEYENDO ESTE RELATO, A PARTIR DE ESTE MOMENTO, VUESTRAS EMOCIONES, SE VAN A PELEAR POR SALIR A DARSE A LA LUZ. OS QUIERO. 
@YourDanna 


viernes, 21 de junio de 2013

Capítulo 25: Huracán Daniel.

Estoy aburrida, todos están tomándose algo de alcohol, a mí no me gusta el alcohol, me aturulla mucho la cabeza y no estoy preparada para esta clase de cosas ahora mismo. A ver, os cuenta, es que si bebo, digamos que me da por decir la verdad y claro, entenderéis que no quiera decir que Dani me pone catatónica, que Daniela está embarazada, que la Venus esta me cae mal porque no para de tontear con el cico que me gusta y joder que no pienso beber.
-¿No bebes Anna? -Me pregunta la simpática de Venus.
La miro con la misma simpatía que con la que ella me mira a mí.
-No, gracias.
-¿Nunca has probado el alcohol cielo?
Cállate asquerosa.
-Claro que sí.
-Entonces. ¿Por qué no bebes?
¿Y a ti qué más te da? ¡Cierra la boca!
-No me gusta. Está asqueroso.
-Ah.
Me estoy poniendo de los nervios.


Llegamos a casa, doy un portazo.
-Anna... ¿Qué te pasa?
-Nada... -Estoy frustrada.
-Sabes que a mí no me puedes mentir.
-Todo iba genial, todo iba genial.
-¿De qué hablas?
-Dani, te hablo de Dani. Iba todo estupendo.
-¿Y qué ha pasado?
-Que ha venido esa zorra de Venus y no han parado de tontear toda la tarde delante de mis narices.
-¿Enserio?
-¡ENSERIO!
-Vale, no me grites...
-Lo siento... -Noto como el cálido abrazo del llanto sube por mi cuerpo hasta mis ojos- Es que... me he sentido tan estúpida... -Rompo a llorar.
-Ey tranquila.
-Es que he quedado como una completa estúpda. Me he tragado sus palabras, me las he creído todas y cada una de ellas... y va y tontea con esa morenaza de enormes tetas. Joder...
Ella me abraza, pero no quiero que me abrace, quiero estar sola. Me duele algo, no sé lo que es, no es nada físico, pero ahora daría todo porque lo fuera.
-Me voy a la cama. -Me separo de Daniela y me voy a mi dormitorio.
Nada más entrar corro y me tiro sobre la cama, abrazo mi almohada y me pongo a llorar.
Aporrean mi puerta, oh Dios, me he quedado dormida mientras lloraba.
-¿Qué quieres?
Daniela, vuelve a aporrear la puerta.
Dios, espero que no sea un episodio de sonambulismo. Me levanto, abro la puerta y me quedo de piedra al ver a Dani ahí delante de mí.
-Hola Anna.
-¿Qué haces aquí?
-He venido a verte.
-Pues ya me has visto, adiós. -Voy a cerrar, pero él lo impide con el pie y con la mano derecha.
-Quiero hablar contigo.
-Pues yo no, a si que, quita tus pezuñas de mi puerta.
Durante unos segundos, hacemos fuerza, yo para cerrar y él para evitarlo. Yo pierdo la fuerza y él abre la puerta. Entra.
-Oye, que no te he invitado a entrar.
Sé que si seguimos así, voy a caer, y más si hay una cama presente. De repente, Venus rubia, se levanta y empieza a ponerse a cuatro patas en la cama entre sábanas revueltas.
-Anna, déjame explicarte...
-Lárgate.
-Anna, por favor, escúchame...
-Que sí, que te pires.
-No quiero. -Dice exasperado.
-Sí, sí quieres. Vete.
-No.
-¡Que te vayas jolines! -Pongo las dos manos en su torso, para echarlo a empujones.
Él me coge de ambas manos, me las sujeta y me atrae hacia él. Me mira serio.
-Suelta... -Digo inocente.
No es que me de miedo él, pero me da miedo su atractivo tanto físico, como emocional.
-No quiero... -Me susurra.
-Dani, suéltame o si no, te doy una patada en los huevos.
Me sobresalta al cogerme en brazos. Grito.
-Zzz. -Me tapa la boca- Me obligas a hacer cosas que no me gustan, pero si es el único modo de que me dejes explicártelo todo, pues bienvenido sea.
-Mmm... mmm... mmm... -Doy patadas en el aire.
-Joder Annita, por favor... para...
-¡Mmm! -Sigo revolviéndome entre sus brazos y le chupo la mano. .
-¿A SÍ? -Me destapa la boca.
Cuando quiero coger aire para respirar, me besa bruscamente. Me gusta. Le sigo el beso.
-Bien, muy bien, calmada, estás mucho mejor.
Dios mío...
-Y ahora, te voy a contar lo que ha pasado: yo y Venus, no tenemos nada de nada, solo una muy buena amistad, es una chica con la que se puede hablar de todo, y yo hablo de todo con ella. Sé que ha parecido que tonteaba con ella, pero es que es nuestra forma de tratarnos, desde siempre. De verdad Anna, créeme. Entre ella y yo, nunca ha habido nada.
Lo miro.
-Es difícil darle credibilidad a eso. Yo con mis amigos no hago eso.
-¿Es que lo que te dije ayer no significó nada? Anna, ayer fue la primera vez que le abrí tanto mi corazón a alguien. Eso yo no se lo hago a cualquiera.
Joder, es que yo no estoy acostumbrada a este tipo de declaraciones.
Lo miro sin saber qué decir, ni que hacer. ¿Debería creerle? ¿Estará diciendo la verdad? Cacao mental el que llevo en la cabeza. 
-¿Ahora qué se supone que debo de hacer? -Le pregunto. 
Él, me baja de sus brazos y me deja en pie, enfrente suyo. 
-Supongo que decir algo, que me marche, que me quede, que ya me llamarás... no lo sé. 
Lo miro. Está asustado, se lo veo en su mirada, que no está fija en mí, no para de dar vueltas alrededor de la habitación, mira a todos lados, menos a mí. Me acerco a él. Sé que puede que lo que estoy haciendo no está bien, qué no es bueno para mí, pero es que no quiero que se aleje de mí. Enredo mis manos en su cabello y me lanzo a su boca, para besarle con toda la entrega y pasión del mundo. Él recibe el beso con sorpresa y alivio al mismo tiempo. Nuestras lenguas empiezan a bailar alrededor del fuego que se aviva en nuestra unión carnal. Dani, presiona con su boca la mía y yo instintivamente retrocedo unos pasos hasta llegar a los pies de la cama. Seguimos besándonos. Me coge de la cintura, yo me dejo caer despacio sobre la cama, hasta quedar tumbada boca arriba con él encima. Aún no nos hemos separado ni para respirar. Coloco mis anos sobre su cintura, las subo y arrastro con ellas la camisa, para poderle tocar la piel. Nos separamos un poco, nos quedamos mirándonos a los ojos. Creo que ambos estamos con esa misma mirada de querer consumirnos entre las sábanas. Yo suelto un gemido solo de pensarlo. 
-Estás preciosa. -Me susurra. 
Yo realmente no sé que decir, es que no puedo ni hablar siquiera. Estoy aturdida. 
Él se acerca a mí y me da un delicioso y dulce beso en los labios. Por primera vez en mi vida, experimento esa sensación de ser deseada, pero deseada de verdad. Me rindo, no hay muros que puedan amortiguar la fuerza del huracán Daniel. El muro se derriba fácilmente, dejando entrar con fuerza a este fenómeno sobrenatural. 


HOLA MIS PEQUEÑOS IGNORANTES DE LA VIDA, ÚLTIMAMENTE, ESTOY TENIENDO PROBLEMAS PARA SUBIR CAPÍTULOS DIARIAMENTE, NO SON PROBLEMAS TÉCNICOS NO. ES QUE DEPENDO DEL ORDENADOR DE MI HERMANA PARA PODER DEJAR VOLAR MI QUERIDA Y PRECIADA IMAGINACIÓN. DIGAMOS, QUE A VECES MI HERMANA, SE ENFADA COMO UN BEBÉ, CUANDO NO SE LE DA LO QUE QUIERE Y PONE CONTRASEÑA AL ORDENADOR, LE QUITA EL TECLADO Y EL RATÓN, O SEA, UNA INMADURA DE MUCHO CUIDADO, NO LO DIGO POR QUE YO SEA LA AFECTADA DE SUS RABIETAS, SI NO, POR QUE ES VERDAD, Y ESTOY HARTA DE SUFRIR SUS HUMILLACIONES, SON COSAS QUE ME DUELEN. SOLO QUIERO DAROS LAS GRACIAS POR LEER ESTE RELATO, 
ME ENCANTA ESCRIBIRLO Y QUE SEA LEÍDO. SOIS LOS MEJORES, SE OS QUIERE PEQUEÑOS PIOJILLOS. 
@YourDanna 

 

miércoles, 19 de junio de 2013

Capítulo 24: Tortura placentera.

-Dios Anna... -Le cuesta respirar.
Ann se tapa la cara con la carpeta, debido a que Venus rubia, ha entrado pisando fuerta y ahora creo que nadie se atrevería a decirle nada. Me encanta.
-Dime... -Le digo al oído.
Él me mira.
-Me sorprendes.
Sonrío como diciendo: sí ya, yo estoy igual.
De repente, la vibración del móvil de Dani, nos expulsa de nuestra cómoda y acogedora burbuja de pasión y desenfreno.
-Mierda. -Se separa para cogerlo- Es Julián, que vienen para acá. Mierda.
Yo me encojo de hombros. No lo podemos remediar. Bebo de mi delicioso batido. Lo miro.
-Hemos calentado motores.
Abre bien los ojos y parece buscar dentro de mí, la anomalía que ha hecho que haya tenido ese cambio de comportamiento tan drástico.
-De acuerdo... -Dice algo por decir.


-¿Has hablado con las chicas Dani?
-Sí, vienen dentro de unos quince minutos, me ha dicho Laura.
Estamos en la cafetería tomándonos unos refrescos y algo para picar, aunque en verdad, yo no estoy comiendo nada. No tengo hambre. Ahora mismo, Venus, está implantando en mi cerebro pensamientos que no son apropiados para menores de 18 años, según el estado legal, por supuesto. Voy a seros muy sincera: ahora mismo, tengo el potorro que no para de aplaudir. Ya sabéis lo que eso significa.
Ann y yo, estamos intentando negociar con Venus rubia, para que nos de algo de tiempo, queremos disfrutar de la compañía de toda esta buena gente, pero Dani, no ayuda mucho. Se le ha ocurrido así de repente, sorpresa... como quieran llamarlo, depositar su mano izquierda en mi muslo derecho y claro, dada mi situación ahora mismo, le da una ventaja a Venus rubia que ni os lo imagináis.
Lo miro sobresaltada, veo que no me mira, que está atento a la conversación entre Canco y Julián. Me hace un masaje en el muslo, va subiendo poco a poco. Contacto de piel contra piel, el pantalón es muy corto, me he puesto el pantalón muy corto. No sé si arrepentirme o aplaudirme por ello. Joder, que situación más incómoda.
-Sí, yo trabajo de camarera, pero aveces me sale un trabajillo como modelo.
-¿Modelo de qué?
-De lencería.
-Pues debes estar muy buena. -Dice Canco.
-Tú, que tienes novia cabrón. -Le recuerda Dani.
Los dedos de Dani, me  acariciaba delicada y provocativamente la piel.
-Tú te callas. -Se ríe.
Vale. Vale. Vale. Vale. No puedo más. Dani, para. Por favor, para.
En mi interior, se está formando una guerra corporal de la hostia. Madre mía. ¿Por qué me está haciendo esto?
-¿Y tú qué Anna? ¿Eres modelo? -Me pregunta Canco.
-Pu-pues... eh... no... -Intento poner el tono lo más normal, que puedo, pero está claro que no ha funcionado, Daniela me mira con cara rara. Mierda.
-¿Estás bien? -Me pregunta Daniela.
-Eh, sí. ¿Por qué?
-Te noto rara.
-Ah no, es que estaba pensando en otra movida con mis pensamientos.
Todos me miran raro, Dani sonríe con una maldad oculta.
-Ah... bueno.
Madre mía. ¿Por qué me está haciendo esto?
-¡Pero chicos! ¡¿Cómo estáis?! ¡Levantaos y darme besos y abrazos guarrillos!
Me giro y veo a una chica no muy alta, tiene pinta de simpática. Me suena su cara.
Los chicos se levantan y la abrazan. Dani se levanta y la abraza.
-Hola Laura. ¿Cómo estás?
-Uf, pues muy cansada de verdad, estoy harta de los rodajes. Necesito vacaciones.
La chica me mira y me sonríe.
-Hola bonita, yo soy Laura, pero me puedes llamar LM, un placer conocerte. -Me da dos besos y un abrazo.
-Hola, yo soy Anna, un placer. -Le sonrío.
A los pocos segundos entra otra chica.
-Hola amores. ¿Qué tal?
Es una chica morena, alta, y tiene unos enormes y generoso pechos. Tiene pinta de chula.
Dani la abraza.
-Madre mía, cada día estás que lo rompes, Venus.
-Lo mismo digo Dani.
Tiene pinta de golfa. ¡No me quites a mi chico!
-Hola, yo soy Anna. -Sonrío y le doy dos besos.
¿Pero qué acabo de hacer? Esto no es propio de mí.
-Hola Anna. ¿Cómo estás? -Sonríe.
-Muy bien. ¿Y tú?
-Muy bien, encantada de conocerte. -Tiene pinta de simpática.
Pasa un rato, yo estoy aburrida. Todos se están llevando bastante bien y yo estoy ahí, sentada, sin hablar con nadie. Y lo peor, es que Dani ha parado de tocarme, ahora está hablando con Venus. Sí, se llama como mi diosa, se llama Venus, pero esta es morena.



CHICOS DE VERDAD, LO SIENTO, PERO ESTE CAP NO ES MUY BUENO, PERO ES QUE MI DÍA NO HA SIDO BUENO, GRACIAS POR LEER MI HISTORIA. AHORA MISMO, NECESITO BASTANTE APOYO DE LA GENTE, MOVIDAS EN MI VIDA, QUE ME HACEN SUFRIR. GENTE SE OS QUIERE. OS QUIERO. OS QUERRÉ SIEMPRE.
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domingo, 16 de junio de 2013

Capítulo 23: La Venus rubia.

-Dios Daniela, te voy a ganar. -Le dice Dani.
Están preparándose para jugar al jokey de mesa.
-Desea lo con todas tus fuerzas, por que es como solo se va a quedar.
-Luego juego yo contra el que pierda. -Dice Canco.
-Bueno, que empiece la partida.
Los dos empiezan a jugar, ambos están muy picados, no quieren perder. Yo saco el móvil y los grabo sin que ellos se dieran cuenta.
-¡Vas a perder!
-Claro. -Daniela marca- ¡Toma! ¡Uno a cero chato!
-No cantes victoria aún. -Saca la otra pastilla y lanza.
Dani, no tarda ni diez segundos en marcar.
-¡Vamos! ¡Lo mejor! ¡Oh yeah!
-Que estamos empatados pija corta. -Saca la otra pastilla y de un golpe marca- Corrijo. ¡Que te estoy ganando!  ¡Toma que toma!
A Dani, se le nota que no le está haciendo gracia perder.
-No te ilusiones tanto, que quedan aún dos pastillitas. -Saca la otra y golpea.
Daniela la para y de inmediato esta vuelve a Dani y otra vez a Daniela y así hasta que Dani vuelve a marcar.
-¡Vamos! ¡Solo una y estarás perdida!
Ella saca la pastilla y la pone en la mesa de un golpe. A Daniela tampoco le gusta perder.
-Ahora ya esto es personal. -Dice y golpea la pastilla con fuerza.
Dani la para, se tiran así lo que a todos creo nos parece eternidad. Al final, acaba marcando Daniela.
-¡Uh uh! -Se pone a dar saltitos de alegría- Te he ganado, te he ganado, te he ganado. -Se ríe mientras lo picaba.
-Algún día, perderás.
-Ya claro, eso dicen los perdedores. -Se ríe.
-Venga Daniela, ahora yo. -Canco, saca una moneda y la mete en la ranura, para volver a jugar.
Ya han jugado unas diez rondas, yo me estoy aburriendo. Se lo está pasando mejor Daniela, que yo. También es cierto, que ella es muy abierta con la gente y enseguida hace amigos, mientras tanto yo, soy más vergonzosa y me cuesta soltarme con la gente.
-Oye. ¿Estás bien? -Me pregunta Dani cerca del oído.
Doy un respingo. No sabía que estaba tan cerca de mí.
-Sí, sí. -Digo volviendo a mi compostura.
-¿De verdad? -Me coloca la mano en el hombro.
Me dan escalofríos. Menuda reacción tiene mi cuerpo al mínimo contacto con el suyo, y eso que nos separa una fina capa de tela que es mi blusa.
-Sí. -No he sonado convincente, lo sé.
-Ven. Vamos a tomarnos algo. -Silba a los demás- Ey, que me voy a acompañar a Anna a la cafetería, está un poco mareada.
Daniela nos mira.
-¿Estás bien?
-Eh sí, tranquila Daniela.
Ella me mira cómplice y me guiña un ojo. Dani y yo, nos alejamos por el pasillo de mesas de billar, jokey y futbolines que hay en la enorme estancia. Entramos a la cafetería, nos vamos a la mesa más recóndita de todo el loca.
-¿Qué quieres tomar? -Me pregunta.
-Un batido de chocolate frío con nata por encima por favor.
La verdad, es que ahora uno de esos me apetece muchísimo. Con el calor que hace, viene estupendo.
Él va a la barra y pide las bebidas, al rato vuelve y se sienta a mi lado.
-Bien, cuéntame que te ocurre. Es obvio que te ocurre algo.
-¿Y qué quieres que te cuente?
-Lo que te pasa... -Me acaricia la mejilla- Anna. ¿Qué te ocurre?
No sé que contestarle. ¿Qué le digo? ¿Qué estoy enfadada conmigo misma por no ser como es Daniela? ¿De no ser tan divertida como ella? Joder, esto es absurdo.
-Es que... es tan patético... no tiene caso contarlo.
-Mira, el simple hecho de verte de lo más mínimo triste, no me gusta. Sea lo que sea, cuéntamelo por favor.
-No es nada.
-Mientes como el culo Anna.
Lo miro. Agacho la cabeza. Si se lo cuento, se va a alejar de mí.
-Dímelo. -Insiste.
-Soy una marginada social. -Digo bastante corte. Es infantil.
-¿Una marginada social? ¿Por qué dices eso?
-Pues... te dije que era una tontería.
-Pues ahora lo sueltas. Dilo.
-Es que Daniela es tan... y yo soy tan... somos totalmente distintas. Ella cae bien a todos y yo no soy capaz de ser como ella.
-Es que no tienes que ser como ella.
-Pues quiero serlo.
-A mí me gusta como eres.
-Va Dani no mientas.
-Enserio, me gusta como eres. -Me coge de la barbilla, y hace que lo mire- Me encanta como eres. ¿Sabes por qué?
Oh Dios, que ojazos tiene.
-¿Por qué?
-Desbordas inocencia por allá donde vayas.
-¿Desbordo inocencia? -Me sonrojo.
-Sí, te sonrojas con facilidad, eres tímida, dulce, encantadora...
Por favor Dani, aclárame esto.
-No te entiendo...
-Que no es necesario ser como Daniela para gustar a la gente. Me gusta cuando te saco los colores, me gusta que seas vergonzosa, pero luego se te conoce y eres todo un encanto... pareces una niña pequeña un primer día de clase.
Abro mucho los ojos.
-¿Eso cómo me lo tengo que tomar?
Se ríe.
-¿Ves? De eso te hablo. Coges confianza y no te da reparo decir lo que piensas. Tómate tu tiempo y verás como encajas en cualquier lado. Créeme.
-Eres raro.
-¿Por qué?
-Lo eres.
-Yo no soy raro.
-Cállate.
-Vale.
Nos sirven las bebidas. Él se ha pedido una coca-cola. Cojo la caña y voy cogiendo pequeñas cantidades de nata y me las voy metiendo en la boca.
-Dios, moriría por ser nata.
-¿Por qué?
-Para rozar tus labios.
Vale... vale... vale... ¡MADRE MÍA!
Lo miro y veo que me está mirando. Oh Dios.
Me viene a la mente la charla con Daniela de antes de salir de casa. Bueno, tal vez tenga razón.
-Tienes un poco de nata en la comisura... -Susurra.
Parpadeo rápidamente. Me hago a la idea de lo que tengo que hacer.
-Pues ayúdame a quitármela.
Él abre la boca sin saber qué decir ni qué hacer. Ay Dios esto me encanta.
-Está bien.
Coge una servilleta del servilletero. ¿Qué haces? ¡No! ¡Eso no!
De repente se acerca a mí. Me coge de la cara y me chupa la comisura de la boca. Ay madre... Ay madre... ¡AY MADRE!
-Así mejor. Limpia. -Se separa de mí un poco y observa mi reacción.
No tengo palabras, no tengo sangre, no me late el corazón, los pulmones me han dejado de funcionar y el tío es un puro peligro. Ahora lo sé.
-Otra vez... -Le pido.
¡Esas palabras se han escapado! ¡No las quería decir! Pues ahora te jodes, por que no las puedes recuperar y han sido recibidas y van a ser atendidas.
En cuento me quiero dar cuenta, está mordiéndome tortuosamente el labio inferior. Deberían subir más el aire acondicionado. ¿No? Se vuelve a separar un poco.
Yo me acerco y me lanzo a sus labios. Lo beso con ganas. ¿Con ganas? Pero, si no le has dejado ni respirar... Ann, hay momentos en los que de verdad, sobras. Pues tampoco le ha molestado que lo bese, me ha recibido con mucho gusto. Qué educado.
Nos separamos. Madre mía, desprendemos fuego. Me está mirando intensamente. Me atraviesa con esos ojos verdes que no me los quito de la cabeza desde la primera vez que me crucé con ellos.
-Esto... no me lo esperaba. -Me confiesa.
Le da un buen sobro a su coca-cola y yo a mi batido. Nos viene bien algo frío para bajarnos la temperatura a los dos. Nos viene bien.
-Yo tampoco... -Le digo habiendo digerido el delicioso chocolate.
-Me ha gustado.
-Y a mí. ¿Nos habrá visto alguien?
-No lo sé.
-Bueno, es algo que da igual. Que se mueran de envidia. -Digo mientras nace en mí un orgullo malicioso.
Me acerco más a él (más de lo que estábamos) le acaricio el cuello. Esto me sorprende más a mí que a ti Dani, yo no soy así.
-Joder Annita... esa faceta la tenías bien guardada... -Está sorprendido.
-Y tan guardada. Tanto, que no sabía ni que existía.
Le beso el cuello. Esta vez me toca a mí. Noto como su pulso se acelera. Es el efecto Simon. Yo provoco estas cosas, yo soy la Venus Rubia y voy a por todas contigo, solo y únicamente contigo.




ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO DE HOY GENTE VALIENTE. SEGUIDME EN LA CUENTA DE TWITTER @YourDanna SERÁ DIVERTIDO.


viernes, 14 de junio de 2013

Capítulo 22: Otro capítulo absurdo.

En esta tarde de Mayo, que tanto calor hace, yo salgo de darme una ducha bien fría. Me dirijo al armario, aún no he decidido lo que me voy a poner esta tarde. He quedado con Dani y con varios amigos suyos en unos recreativos. Allí hay de todo, trampolines, piscina de bolas, billares,  mesas de jokey, cartas de poker... ay de todo. A mí me gusta jugar y pasármelo bien, a si que, será divertido.
He convencido a Daniela, para que venga conmigo, no quiero dejarla sola y creo que saliendo conmigo y con otra gente que no es de su círculo habitual, pues le vendrá bastante bien.
-¿Qué te vas a poner?
Entra en mi dormitorio y se sienta a los pies de la cama.
-Mmm, no lo sé, estoy mirando a ver, pero no me convence nada. Estoy buscando los pantalones cortos blancos que me compré hace unas semanas, pero es que no los encuentro.
-Ah ya... creo que están tendidos. ¿Quieres que vaya a mirar?
-Sí, por favor.
-Okey.
Se levanta y sale de la habitación, mientras tanto, yo cojo una blusa azul turquesa y unas sandalias plateadas. Busco entre mi ropa interior y cojo un conjunto de braguita y sujetador blanco, con transparencias.
Daniela vuelve con los pantalones.
-Aquí están. -Me los lanza y yo los cojo al vuelo.
Se vuelve a sentar y me mira.
-Bueno. ¿Estás nerviosa por volver a verle?
Yo me retiro la toalla y empiezo a vestirme.
-La verdad es que sí.
Sobre todo, después de todo lo sucedido y lo confesado en la noche anterior, incluyendo también la conversación de WhatsApp de esta mañana.
-Cuéntame. ¿Qué tal anoche? ¿Bien no? Si no, no habríais quedado tan pronto.
Me sonrojo y caigo en la cuenta de que aún no le he contado nada de lo que sucedió. No se lo he contado. Bien. ¿Y ahora por donde empiezo?
-Pues... fue bien... estuvo... muy bien.
Me termino de poner la blusa, ella se levanta, coge el cepillo y empieza a peinarme.
-Algo pasó. El tono de voz te delata. ¿Qué pasó? -Me sonríe.
-Nos besamos. -Me muerdo el labio transportándome al momento de ese beso.
-¿Te besó? -Sonríe.
-Bueno, nos abrazamos y yo le di un pequeño beso en el cuello y entonces me cogió y me besó.
-¿Y cómo besa? -Me pregunta curiosa.
-Una maravilla, la verdad es que fue el mejor beso que me han dado en toda mi vida. Enserio, fue tan... me gustó.
-¿Y qué más?
-Luego, me besó el cuello. -Sonrío- ¿Tengo marca?
-A ver...
Echo la cabeza hacia delante y me aparto el pelo, para dejar al descubierto la parte del cuello donde él depositó sus labios.
-Madre mía... pedazo de vampiro que está hecho el tío.
-¿Tengo?
-Sí. Tienes un pedazo chupetón, madre mía... ¿Eso te hizo?
-Al parecer... sí. -Sonrío mientras me pongo del mismo tono escarlata que mi pintalabios.
-¿Y qué más?
-Le dije que parara, que fuéramos más despacio.
-Mal. Debiste haberle seguido el rollo, hubierais echado un polvo de la leche.
-Es que yo no quería ser un polvo y nada más.
-Pero, es que tú a Dani le importas, no hubieras sido solo un rollete.
-Lo sé.
-¿Y si lo sabes por qué no continuaste?
-Por que, en ese momento yo no lo sabía.
-Explícate.
-Pues que bueno, hablamos un poco y terminó contándome algo que yo la verdad ni me imaginaba.
-¿El qué? ¿Qué te contó?
-Una cosa...
-No me vengas con rodeos, dime que cosa. -Su voz es cada vez más impaciente.
-Me confesó que él me conocía de mucho antes que yo a él, que un día mientras yo iba al trabajo, pues se me calló la cartera y él vino al restaurante a devolvérmela. Al parecer se encaprichó de mí y a partir de entonces, iba todos los días que podía a comer al restaurante.
-¡¿Enserio?! ¡¿Fue él quien trajo aquel día tu cartera?! ¡Madre mía!
-Sí.
-¡El destino os ha unido!
Daniela, por favor, no te emociones.
-Eh...
-¡Tía qué fuerte! ¿Y luego qué? ¿Luego qué?
-Luego, paramos en el portal, nos despedimos y para casa.
-¡Idiota!
-Oye... tampoco te pases.
-Perdona cielo, pero es que LO ERES.
-Vale, vale tranquila.
-Bien. ¿Y hoy qué?
-¿Hoy qué de qué?
-Follaréis. ¿No?
-Pues... no lo sé.
-Pues es lo que tenéis que hacer.
-Bueno...
-No pongas excusas. Necesitas que te den un buen viaje apasionado y desenfreado en el tren Martínez hacia la ciudad del orgasmo.
-Hombre... tampoco es para tanto.
-Lo dices, por que no echas de menos el sexo, pero en cuanto te acuestes con él, que lo harás, verás lo maravilloso que es y no querrás hacer otra cosa más que estar cabalgando sobre su sudorosa anatomía.
-¿Donde te lo has leído?
-Me ha salido solo. -Sonríe mientras me pone un lazo azul en el pelo.
-Pues es bastante bueno.
-¿Inspira verdad?
-Sí.
-¿A que ahora mueres por acostarte con él?
-Si...
Nos reímos.

Dani: Estás lista?
Yo: Sí :)
Dani: Has salido ya?
Yo: No. Estoy esperando a Daniela y hemos llamado a un taxi.
Dani: Quien fuera taxista...
Yo: Por qué?
Dani: Por nada por nada...
Yo: Estás muy mal de la cabeza.
Dani: No...
Yo: Deberías tratarte ese problema.
Dani: Lo he intentado.
Yo: Y?
Dani: Mi psicoanalista se tiró por la ventana.

Agradezco a Daniela el echo de que esté tardando en vestirse.

Dani: Solo vais Daniela y tú?
Yo: Sí.
Dani: Ves cómo no tienes más amigos?
Yo: Que te den.
Dani: Ya me darás tú lo mío ya.

Sonrío como la completa idiota que soy.

Yo: Tú con quien vienes?
Dani: Julián López, Canco Rodriguez y luego quedan algunos por confirmar.
Yo: Va a ir alguna chica?
Dani: Si lo confirman sí.
Yo: Pues espero que vaya alguna más.
Dani: Tienes miedo a quedarte a solas conmigo?
Yo: No, claro que no. Debería?
Dani: Depende ;)

-Anna. Ya estoy lista. ¿Bajamos?
-Claro.
Le tecleo una despedida Rápida a Dani y bloqueo el móvil.

Yo: Bueno, me voy, en nada nos vemos. Besis :))

Salimos por la puerta.
-¿Qué te decía Dani?
-¿Cómo sabes que estaba hablando con Dani?
-Por la cara de boba que ponías.
La madre que me parió.
Estamos en el taxi, vamos escuchando la la radio. A mí se me está haciendo el viaje eterno. Tengo unas ganas terribles de verle. Quiero verle ya. Pero, por otra parte, no sé que le voy a decir, ni como vamos a estar durante el rato que estemos allí. ¿Le debería coger de la mano? ¿Abrazarlo o dos besos? No lo sé.
-¿En qué piensas? -Daniela me coge de la mano.
La miro.
-En nada, tranquila, son solo chorradas.
-¿Tienes ganas de verle?
-Muchas. -Sonrío.
-Oh mi Annita, que se ha enamorado.
-Cállate. -Me sonrojo.
-Estás muy guapa. -Sonríe.
-Y tú también.
-Gracias.
Miro por la ventanilla y ya estamos llegando. Veo en la puerta a Dani y a sus amigos, se están riendo de algo. Me quedo embobada al verle, está tan guapo con esa camisa a cuadros que lleva... esos pantalones vaqueros y esas converses que tanto caracterizan su estilo...
-Pues serán 18, 45 señoritas.
Miro a Daniela.
-Tranquila, ya pago yo. -Le doy un billete de veinte- Quédese con el cambio.
-Gracias bombón.
Ey eso solo me lo puede llamar Dani. Ann está cabreada. Salgo del coche después que Daniela y nos dirigimos hacia ellos.
-Hola. -Digo acercándome a Dani.
Él se da la vuelta y sonríe al verme. Oh Dios, que mono es.
-Annita, hola. ¿Cómo estás? -Me planta dos besos en la mejilla.
-Muy bien. ¿Y tú?
-Genial. -Se acerca a Daniela y le da dos besos y un breve abrazo- ¿Cómo estás Daniela?
-Muy bien. Me alegra volver a verte.
-Y a mí también, créeme.



BUENO, LO SIENTO, PERO ME TENGO QUE IR A CASA DE UNA AMIGA, RESULTA QUE QUIERO APROVECHAR EL MÁXIMO DE TIEMPO CON ELLA, PORQUE ESTE VERANO SE VA A ECUADOR. EN VERDAD SON DOS AMIGAS, SON HERMANAS Y VAN EN EL LOTE, AUNQUE SEAN TOTALMENTE DIFERENTES. PERO QUIERO QUE SEPAN QUE LAS ADORO, QUE SON EL MEJOR TESORO QUE HE ENCONTRADO EN ESTOS ÚLTIMOS AÑOS. QUIERO DARLES LAS GRACIAS POR ESE CARIÑO QUE ME HAN DADO DURANTE ESTOS TIEMPOS TAN DIFÍCILES. NIÑAS, OS ADORO!!!!!!
@YourDanna ES MI TWITTER, POR SI ME SIGUEN Y ESO.
OS QUIERO PEQUEÑOS YOURDANNERS!!!!!


jueves, 13 de junio de 2013

Capítulo 21: Todo irá bien.

Esta noche, Dani me ha confesado lo que siente por mí desde hace casi ya dos años. Es algo que realmente, yo no esperaba ni en sueños. Es algo que me está costando digerir. Sé que no miente, por que sus palabras eran dolorosamente sinceras. Dios mío. ¿Ahora qué se supone que tengo que hacer yo?
Daniela, interrumpe mis pensamientos tocando la puerta.
-Anna. ¿Puedo pasar?
Me incorporo y enciendo la luz.
-Claro, pasa.
Ella entra con el pijama puesto, creo que no puede dormir. Cada vez que una de nosotras no puede dormir, nos pasamos a la cama de la otra y dormimos juntas.
Le dejo un hueco y ella se tumba a mi lado.
-Mmm...
-¿Estás bien? -Le pregunto.
Le acaricio el pelo.
-Anna...
Oh no, ese tono de voz, esa forma de decir mi nombre, esos puntos suspensivos en sus palabras... no me gusta. ¿Ahora qué pasa?
-Dime Daniela.
Ella me mira impotente, creo que va a llorar. Mierda. ¿Qué le pasa? ¿Lo de esta tarde? No, no lo creo. ¿No? Yo creí que eso ya estaba solucionado.
Ella hunde la cara en la almohada. Yo le acaricio el pelo, quiero que se tranquilice y me lo cuente.
-¿Qué ocurre? -Pregunto en un susurro.
-Es que... -Creo que las ganas irrefutables de llorar, le impiden poder hablar con claridad.
Debe ser muy gordo lo que tiene que contarme, debe ser algo muy gordo. Me siento con cuidado sobre la cama y la cojo para abrazarla. Quiero que se sienta arropada conmigo, como cuando yo la necesito a ella, siempre está ahí, ese es el verdadero y el fuerte sentido de nuestra amistad.
-¿Qué te pasa cielo?
-Es que...
-Tranquila, primero desahógate con las lágrimas y luego si quieres, me lo cuentas. No te preocupes, puedo esperar. -De todos modos, no tengo sueño.
Ella se acurruca en mi regazo y empieza a llorar, suelta varias frases que tal como ella las ordena, no adquieren sentido alguno.
-¿Qué voy a hacer ahora? -Pregunta primero- ¿Cómo voy a decírselo a mi familia? -Dice después- ¿Cómo voy a afrontarlo? -Dice después del después del primero- Esto no me puede estar pasando. -Se lamenta ahora- ¿Cómo voy a ordenar mi vida así?
Daniela, no te entiendo si hablas entre llantos y no me cuentas antes lo que ha pasado.
Pero, yo no digo nada, solo hago que acariciarle el pelo para  que llorara tranquilamente, creo que ahora no conviene presionarla. Espero, espero, y espero a que se calme. Al no sé cuanto tiempo después, está callada, cómoda en mi regazo y creo que más tranquila. Cuando quieras, me lo cuentas Daniela, que yo sigo sin tener sueño.
-Estoy embarazada. -Suelta así sin más.
Yo me quedo que ahora mismo mi cara parece un cuadro de Picasso, abstracto a más no poder. ¡¿Pero qué me acabas de comentar?! ¡¿Perdona?! Es una broma. ¿A qué sí?
Soy incapaz de decir algo coherente, a si que, tomo la sabia decisión de callarme y dejar que ella siga hablando.
-Uri y yo... hemos tenido nuestras noches de lujuria y desenfreno...
Oh Dios mío, por favor Daniela... ¡No!
-Él me gusta más que físicamente, también me encanta su forma de ser, su personalidad, su forma de besarme, de... y por una noche que no usamos condón, pues me he quedado embarazada.
¡¿Qué no utilizasteis condón?! ¡¿Sabéis lo que es la abstinencia sexual?! ¡Mierda!
Mejor no digo nada. No digo nada. Estaré callada. No diré nada. No soy quien para comentar nada. Ahora solo debo escuchar y consolar. Escuchar y consolar. ¡Estoy hecho unas zorras! ¡Joder! ¡Hecha unos zorros! Quería decir. ¿Estar hecha unos zorros no es la expresión que se utiliza cuando estás sucio o sucia? Me pregunta Ann con ese descaro de ser que se cree más inteligente de lo que es. Ann por el amor de Dios, ahora mismo no estoy para lecciones. ¡Cállate! Respira hondo Anna, respira hondo. Venga, cálmate. Calma.
-¿Cuanto hace de eso? -Pregunto cautelosa, no quiero gritarle.
-Unas... seis semanas... más o menos...
-Ah...
¡Muy bien! ¡Prefecto! ¡Genial! ¡¿Pero se puede saber por qué estoy tan furiosa yo esta noche?!
-No se lo he contado a nadie... solo a ti.
¡¿Y quieres que te de un pin de regalo?!
-¿Has pensado en lo que quieres hacer? O sea, ¿Se lo vas a contar a Uri? ¿o qué?
-Lo peor es eso... -Se pone a llorar otra vez- Lo peor... es que una parte de mí... una gran parte de mí... mi corazón... no quiere abortar.... quiere tener a ese bebé.
Me voy a desmayar. Por favor Ann, piérdete.
-Ya...
Es lo único que se me ocurre que puedo decirle ahora mismo. No se le puede decir otra cosa. ¿Qué le dices a una chica que se ha quedado embarazada del hombre que le gusta y que solo hay sexo entre ellos? ¿Qué consejo le puedes dar? ¿Qué lo tenga? ¿Que aborte? No se le puede decir nada, yo no puedo decirle nada. Estas cosas pasan. Podría haberme pasado a mí, podría ser yo la que estuviera llorando en el regazo de Daniela, contándole mi situación, mi terrible y trágica situación. Ahora mismo, en su interior, está creciendo una vida. Sabiendo como es ella, lo debe estar pasando fatal. Mierda. Mi furia espontanea, se desvanece y se convierte en pura compasión.
-Tranquila, todo irá bien. Decidas lo que decidas, yo te apoyaré. Te lo prometo.


Dani: Hola :)
Yo: Hola...
Dani: Estás bien?
Yo: Sí. Y tú?
Dani: Pues... no paro de pensar en lo de anoche.
Yo: Yo tampoco. La verdad.
Dani: Eso es bueno o malo?
Yo: Supongo que bueno.
Dani: Te asustaste por lo que te dije?
Yo: No. No me asusté. Me sentí alagada la verdad :)
Dani: Querrás volver a verme?
Yo: En verdad, muero por volver a verte.
Dani: Enserio?
Yo: Sí. Quiero verte.
Dani: Yo también te quiero ver.
Yo: Siento la sensación de que tenemos muchas cosas que arreglar antes de todo.
Dani: Yo también estoy igual. Es como sentirse atado a algo, pero no sabes a que.
Yo: Ser sincero.
Dani: En efecto. Pero, tampoco tengo mucho que ocultar.
Yo: Yo tampoco, es más, me conoces más que otros muchos que llevan más tiempo en mi vida que tú.
Dani: Quiero conocerte más... ;)
Yo: Más a fondo? JAJAJAJAJAJAJAJ
Dani: Mucho más a fondo GRRRR.....
Yo: JAAJAJAJAJAJJA ESTO SE NOS VA DE LAS MANOS!!!!!
Dani: Estoy convencido de que si nos tuviéramos delante, no nos diríamos estas cosas.
Yo: Coincido contigo.
Dani: #VentajasDeWhatsApp
Yo: #VentajasDeWatsApp JAJAJAJAJ
Dani: Me mola tu foto de perfil. Sales mona.
Yo: Gracias, me encantan los plátanos.
Dani: Yo solo tengo banana, para darte.
Yo: Dios!!! Esta mañana estás salido perdido e.e
Dani: Es que tú también decir eso... soy chico, no esperes demasiado de mí.
Yo: JAJAJAJAAJ seguro que dentro de esa cabeza de chorlito, tienes pensamientos inteligentes.
Dani: Alguno habrá, pero hay demasiada mierda como para ponerse a buscar.
Yo: Entonces, eres vago.
Dani: No. Soy muy activo. Sobre todo en la cama.
Yo: Madre mía, date una ducha de agua fría, necesitas que la sangre te suba al cerebro. JAJAJAJAJ
Dani: JAJAJAJAJ
Yo: Quedamos hoy?
Dani: Vale. Donde?
Yo: No lo sé... mmmm podríamos ir a algún sitio divertido.
Dani: Sí. Podría venirse Daniela y más amigos tuyos (si es que tienes XD) y yo traerías a varios amigos míos. Podríamos pasarlo mejor.
Yo: DOS COSAS: ¿Estás insinuando que tengo pocos amigos? ¿E insinúas que soy aburrida?
Dani: Eso no son dos cosas, son dos preguntas.
Yo: CÁLLATE!!
Dani: No estamos hablando, nos estamos escribiendo.
Yo: Me caes mal.
Dani: Me gustan tus labios. Hoy los podré besar?

Yo me quedo con la boca abierta, madre mía, qué hombre. La verdad, es que me encanta.

Yo: Según como te comportes hoy... :P
Dani: Prometo ser buen chico.
Yo: No lo conseguirás.
Dani: Venga ya, si en el fondo te mueres por volver a sentirme en tu boca.

Oh Dios, arrogante.

Yo: Más quisieras tú, Martínez.
Dani: Me juego el cuello.
Yo: Acabarías perdiéndolo.
Dani: Bueno... si te soy sincero, merecería la pena perder el cuello, si el medio ha sido robarte un beso.

Oh, qué bonito.

Yo: Nos vemos luego en el recreativo cerca del retiro?
Dani: A las 4 de la tarde? Te viene bien?
Yo: De momento me viene perfecto.
Dani: Bien, pues allí nos veremos.
Yo: Vale. Bueno, me voy a desayunar.
Dani: Bien, que aproveche guapa.
Yo: Un besi.
Dani: Adiós rubia.



ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO DE HOY, ME LO CURRO MUCHO Y ESO... GRACIAS A TODOS POR PERDER EL TIEMPO CONMIGO. SE OS QUIERE POCO A POCO. SEGUIDME EN LA CUENTA DE TWITTER @YourDanna DENTRO DE POCO ES MI CUMPLE Y QUIERO UN REGALO CHULO.... BUENO.... AYUDADME A QUE @urisabat ME PROPONGA IRNOS A TIRARNOS EN PARACAÍDAS Y OS PERDONO QUE SE OS OLVIDE QUE EL DÍA 25 ES MI 18 CUMPLEAÑOS. OS QUIERO PEQUEÑOS DIABLEROS!!!! 

miércoles, 12 de junio de 2013

Capítulo 20: Lo real duele.

Dani y yo seguimos besándonos en la parte trasera del coche. La temperatura sube por momentos, se están prendiendo las llamas del deseo, lo sé, lo noto, lo siento... 
-Dios... -Dice en un jadeo. 
Se ha separado de mí unos centímetros, para poder coger aire. Este beso ha sido el más largo, el más intenso y el mas apasionado que me han dado nunca. Lo miro. Antes de que pueda hacer nada, él me empotra contra el asiento, me coge del pelo despacio, me echa la cabeza a un lado y sus labios, se adueñan de mi cuello. Sentir sus labios húmedos sobre una zona tan sensible como esta, me hace querer moverme para agachar la cabeza y evitar esa dulce tortura, pero él no me deja. 
-Mmm... -Gimo débilmente. Tampoco quiero que el conductor nos oiga. Es excitante y morbosa esta situación. 
-Ningún postre, logrará el sabor que tienes tú... -Me susurra al oído y me muerde con los labios el lóbulo de la oreja. 
Este hombre, me está despertando algo en mi interior, prohibido, pero deseado. 
-Por favor Dani... -Suplico. 
Vale. ¿Qué es lo que quiero? ¿Cómo lo quiero? ¿Cuando lo quiero? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo ha pasado? ¿Por qué ha pasado? 
-Dime. -Para su dulce tortura. 
Se incorpora y me mira, creo que ahora está tenso y asustado. Lo más probable, es que tenga miedo a que yo le rechace, tal vez ahora siente que se ha lanzado demasiado rápido a la piscina y resulta que está no estaba del todo llena. Oh Dios no, ni mucho menos, para nada. Me ha encantado que hiciera eso, es más, creo que esto nos ha destensado mucho el ambiente, y reconozco, que si no fuera por él, yo nunca me hubiera atrevido ni a cogerle de la mano. Pero, por otra parte, no quiero ir tan rápido. No quiero que esto sea pasajero, no me preguntéis por qué. La verdad es que yo tampoco lo sé. Agacho la cabeza, triste al pensar en ello. ¿Y si él solo quiere tema? Yo no quiero solo eso, creo que quiero más de él, quiero mucho más. Mi deseo, me está acuchillando desde dentro, me está haciendo daño, me está avisando de que voy a sufrir. ¿Mi corazón está listo para esto? ¿Está listo para sufrir de amor? ¿De verdad? ¿Soportaré este dolor? Dios no, la noche ya se ha vuelto oscura, muy oscura. Mierda. 
-Yo... es que... yo... -No soy capaz de decirle a Dani, que sí quiero, pero no quiero. No soy capaz. 
-Ey, ey, ey, tranquila, no pasa nada. Ha sido culpa mía. Tranquila. 
No, no te eches la culpa por favor. 
-No es culpa tuya... 
No quiero que se vaya. No quiero que se vaya. No quiero que se vaya. No. Por favor, Dani, quédate conmigo. No te vayas. Dios, dame fuerzas para luchar por quien deba compartir mi vida, y sé que es con él. Por favor Dios, no me dejes pasar esta oportunidad. 
No soy católica, pero sé que algo ahí arriba nos ayuda a seguir. 
-Anna. ¿Estás bien? 
Lo miro. 
-Es que quiero que pase, pero ahora... es que... 
-Quieres ir más despacio. 
-Sí... 
-Está bien, lo entiendo. Tranquila. Lo entiendo. 
-Lo siento... 
-Anna, no lo sientas. -Se acomoda en el asiento y me coge de la mano- Me ha gustado este momento contigo, ha sido intenso y apasionado. No recuerdo en toda mi vida un momento como este. Nunca lo he vivido. -Me acaricia la mano suavemente- Me ha gustado que hayas tenido la confianza de pedirme que parara. 
Le aprieto la mano en señal de afirmación. ¿Afirmación de qué? Él sigue hablando: 
-Me gustas Anna. -Confiesa. 
Yo me quedo atónita, sin palabras, era algo que no esperaba oír, pero que quería escuchar. 
Me levanta la mano y la acaricia con sus labios. 
-Es pronto para decirlo, lo sé. Pero, es que es algo que me despertaste tú nada más verte por primera vez. -Hace una pausa. Creo que le está costando declarar estas palabras- No sabes desde cuanto hace que te conozco. No tienes ni idea del tiempo que te tengo en mis pensamientos, no tienes ni idea como fue la primera vez que te vi. ¿Verdad? -Dios, su voz es... lo está pasando mal. Dios mío, me encoge el corazón. 
-Fue la noche en que... 
-No, no fue esa noche, no. 
¿Ah no? 
-¿Entonces...? 
-Todas las mañanas salgo a correr un rato para despejarme de todo un poco. Yo iba por distraído y chocamos. Tú apenas me miraste, te disculpaste y seguiste corriendo, tenías prisa. -Hace otra pausa. Esto no me lo esperaba- Me di cuenta de que se te había caído la cartera del bolsillo, cuando quise alcanzarte me di cuenta de que llegaba tarde a la reunión que tenía, a si que, esperé a la hora de comer y fui aposta al restaurante para devolverte la cartera, se la di a la encargada, te vi que ibas a toda prisa de aquí para allá, estabas tan ajetreada, que apenas parabas para respirar. Me quedé allí a comer. Me habías embobado. No, no sé por qué, no sé cómo, pero quería conocerte. Quería hablarte, quería saber más de ti. Pero... solo te paraste para tomarme nota, traerme el menú y darme la cuenta. -Se calla unos segundos. Respira hondo- Y así... día tras día, tras día, tras día... 
Se produce un silencio en el cual no se sabe que decir en estos casos. Dios mío... no puede ser verdad. 
-Eh...
-He salido con una persona durante estos dos años, pero, tú eras como mi amor platónico, ese que nunca vas a lograr alcanzar... -Dice- Suena irónico. ¿No? Que yo sea el famoso, que salga con una chica famosa y que mi amor platónico sea una camarera.... -Se ríe- Parece de película, pero es real. Es todo real. Lo real duele. 
Me desgarra el corazón al decir eso. ¿Enserio? ¿De verdad? ¿Él ha sufrido por mí? No me lo puedo creer. ¿Y ahora qué? ¿Qué digo? ¿Qué hago? 



ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE CAPÍTULO. 
A MÍ ME HA GUSTADO TANTO, QUE NO TENGO PALABRAS, A SI QUE, SOLO DIRÉ: 
SEGUIDME EN TWITTER A LA CUENTA DE @YourDanna, EL MARTES 25 ES MI CUMPLEAÑOS, Y QUE MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTA HISTORIA QUE SALE DE MI MENTE CORAZÓN. HASTA LA OTRA PEQUEÑOS DIABLOS. 


martes, 11 de junio de 2013

Capítulo 19: En el coche.

-¿Cómo se llama?
-Anna. 
-Bien. Anna. ¿Anna puedes oírme? Anna. 
-Mmm... -Estoy agobiada, necesito salir de donde quiera que esté. Empiezo a respirar deprisa, muy deprisa. 
-Ponedla de lado. Ponedla de lado. 
Noto que con cuidado me mueven y me ponen de lado. 
-Anna. Oye Anna...
Abro los ojos, no sé donde estoy, no sé que ha pasado, pero, al poco recuerdo que estaba con Dani en el baile, en medio de mucha gente y mucho ruido. Una mujer de con un chaleco rojo anaranjado me mira y me toca la cara. 
-Tranquila. Tranquila. Respira más despacio, tranquila... 
-Mmm... 
-¿Puedes hablar? Dime algo Anna. 
-¿Qué... ha pasado? 
-Te has desmayado, seguramente ha sido una bajada de tensión. ¿Te sientes agobiada? 
-Un poco... -Cierro los ojos, estoy cansada. 
-Vale, te vamos a tomar la tensión y el nivel de azúcar en sangre. Vas a sentir un pinchazo pequeñito en el dedo, pero tranquila, que soy yo. ¿Vale? 
-Vale... -Sigo respirando bastante fuerte. 
-Respira por la nariz y suéltalo por la boca, te sentirás mejor. -Me dice otro sanitario. 
Hago lo que me dice, la verdad es que me voy sintiendo cada vez mejor. Dani. ¿Y Dani? ¿Donde está Dani? 
Lo busco con la vista. Estamos en el vestíbulo, la gente es ajena a lo que me ha pasado, cosa que agradezco, pero quiero saber donde está Dani. Siento una punzada en la yema del dedo anular. 
-De azúcar estás bien. -Dice la sanitaria. 
Me da igual. ¿Y Dani? ¿Donde está? 
Me colocan un brazalete y me toman la tensión con este. 
-Estás un poco baja de tensión, ahora mismo te traen una coca-cola y verás como te sientes mejor. 
-Vale... 
-¿Te sientes mejor? 
-Sí. 
¿Y Dani?
-Bien, ahí viene tu acompañante con una coca-cola. 
Miro hacia la puerta de entrada a la sala que se cierra detrás de él, dejando amortiguado el fuerte ruido de la música. Dani, se dirige hacia nosotros. 
-¿Anna estás mejor? -Me pregunta preocupado. 
-Sí. -Le respondo. Me alegro que esté aquí, pero por otro lado me da un corte tremendo. 
-Bien. ¿Te sientes con fuerzas para incorporarte? -Me pregunta la sanitaria. 
-Sí. 
-Bien. 
Entre los dos sanitarios, me ayudan a sentarme. 
-¿Te sientes mareada? 
-No, ya estoy mejor. Gracias. 
-Bien, tómate la coca-cola y te sentirás mucho mejor. 
-Vale. 
-¿Entonces nosotros nos podemos ir? 
-Sí sí, estoy mejor. 
-Bien. -Recogen sus cosas- Que vaya bien. Hasta luego. 
Los sanitarios se van. Dani se sienta a mi lado y me da el vaso de coca-cola. 
-¿Estás mejor de verdad? 
-Sí. -Le digo mientras le doy un sorbo al refresco. 
-Cuando te la termines y te encuentres mejor, nos vamos y te llevo a casa. ¿Te parece? 
-Vale. 
No me gusta la idea, no me gusta. No quiero separarme de él. Pero, él sí de ti, no das más que sustos y problemas. ¿Es que no puedes ser normal? Ann está cabreada conmigo y yo estoy de acuerdo con ella. Esto no ha sido que digamos una cita, una buena cita. Mierda. 

Dani y yo permanecemos callados en el camino de vuelta. No sé que decir, él no sabe que decir, nosotros no sabemos que decir. En la radio de fondo se escuchan las teclas del piano que dan comienzo a la canción Me muero por conocerte. Para mí sorpresa, Dani empieza a cantar. 
-Me muero por suplicarte, que no te vayas mi vida, me muero por escucharte, decir las cosas que nunca digas más me callo y te marchas, mantengo la esperanza, de ser capaz algún día, de no esconder las heridas que me duelen al pensar que te voy queriendo cada día un poco más. ¿Cuanto tiempo vamos a esperar? -Yo me quedo atónita, madre mía su voz al cantar es dulce, no será la mejor voz del mundo, pero es dulce y tranquilizadora. Lo observo encandilada por ese encanto que florece al cantar justo esa canción. Me mira, me sonríe y sigue cantando- Me muero por abrazarte, y que me abraces tan fuerte, me muero por divertirte, y que me beses cuando despierte acomodado en tu pecho, hasta que el sol aparezca, me voy perdiendo en tu aroma, me voy perdiendo en tus labios que se acercan susurrando, palabras que llegan a este pobre corazón. Voy sintiendo el fuego en mi interior. 
Los dos nos miramos y sonreímos como bobos, va a llegar el estribillo, a si que, yo también me animo y canto con él:
-Me muero por conocerte, saber que es lo que piensas, abrir todas tus puertas, y vencer esas tormentas que nos quieran abatir, centrar en tus ojos mi mirada, cantar contigo al alba, besarnos hasta desgastarnos nuestros labios, y ver en tu rostro cada día, crecer esa semilla, crear, soñar, dejar todo surgir, aparcando el miedo a sufrir. 
Ahora me toca a mí cantar yo sola, lo miro y él me sonríe animándome a hacerlo, le sonrío y prosigo: 
-Me muero por explicarte, lo que pasa por mi mente, me muero por intrigarte, y seguir siendo capaz de sorprenderte, sentir cada día, ese flechazo al verte, qué más dará lo que digan, qué más dará lo que piensen si estoy loca es cosa mía, y ahora vuelvo a mirar, el mundo a mi favor, vuelvo a ver brillar la luz del sol. 
Otra vez el estribillo, y otra vez los dos a cantar a la vez: 
-Me muero por conocerte, saber que es lo que piensas, abrir todas tus puertas, y vencer esas tormentas que nos quieran abatir, centrar en tus ojos mi mirada, cantar contigo al alba, besarnos hasta desgastarnos nuestros labios, y ver en tu rostro cada día, crecer esa semilla, crear, soñar, dejar todo surgir, aparcando el miedo a sufrir. 
Me coge de la mano y me abraza. Pongo con cuidado mi cara en su cuello y no sé por qué me invade el cerebro, una ola gigante de pensamientos eróticos. Lo que podríamos hacer él y yo ahora mismo aquí detrás mientras el conductor conduce por la ciudad de Madrid atento a la carretera... 
-¿Estás bien? -Me pregunta en un susurro, que solo soy capaz de oír yo. 
-Estupendamente... -Le digo en voz muy baja al oído. 
No puedo evitar el impulso de darle un pequeño pero intenso beso en el cuello. Nada más sentir el contacto de su piel, él se estremece, se separa un poco de mí, me mira en la oscuridad. Tengo la sangre helada, creo que me he pasado, pero para mi sorpresa, él se acerca a mí y sus labios se encuentran con los míos. Yo recibo ese beso como lo más valioso que ha caído en mis manos en toda mi vida. Él levanta el brazo y me acaricia la cara y la nuca mientras ambos profundizamos el beso. 


ESPERO QUE OS HAYA GUSTADOOO!!!!!! 
POR CIERTO, DENTRO DE 14 DÍAS ES MI CUMPLE, A VER QUÉ ME REGALÁIS EEH? 
GRACIAS A LA SISTER (ELLA SABE QUIEN ES) QUE SEPAS QUE TE ECHO DE MENOS, PERO QUE ENTIENDO QUE ESTÉS AHORA ENVUELTA EN TUS MOVIDAS, QUE YO LO QUE QUIERO ES QUE SIGAMOS SIENDO LAS HERMANAS QUE HEMOS SIDO DURANTE ESTOS DOS ÚLTIMOS AÑOS, QUE GRACIAS A TI YO HE SOPORTADO MUCHAS MIERDAS Y QUE HAS SIDO LA MEJOR, DE VERDAD, TE QUIERO. 
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lunes, 10 de junio de 2013

Capítulo 18: El baile.

-¿Qué tal Dani? ¿Cómo estás? -Le pregunta Dani Mateo.
-Pues contigo, la verdad es que la fiesta aburre.
Algunos se ríen.
-Dani, eres un cabrón y eso todo el mundo lo sabe. Has venido de vampiro tío. ¿Qué pasa? ¿Buscando carne para cenar?
Esa pregunta en doble sentido, hace reír a todos los presentes y no sé por qué, a mí me hace sonrojarme.
-Eso es lo que te gustaría a ti. -Le responde Dani.... Martínez. Para que os aclaréis y demás.
-Para los que no conozcáis a Dani Martínez, que seguramente seréis la inmensa mayoría... -Todos se ríen y Dani sigue- Pues este hombre sale en la radio televisión española, imitando voces de segunda. Actúa en vares al borde de la quiebra... -Algunos se ríen- Y poco más sabe hacer el pobre hombre. A si que, si alguien, tiene un perro, pues ya tenéis trabajo... -Risas en la sala- Para el perro digo, no os confundáis. -Todos nos reímos.
-Cabrón que eres. -Aplaude-
-Siempre es un placer ayudar a los grandes amigos cómo tú. -Lo abraza- Gracias por haber venido a este evento de famosos de mierda, ya que los famosos de verdad están en sus casas tocándose los cojones. .
Todos estamos que nos dominan las carcajadas.
-Bueno, anda vete de aquí, que te gusta más el protagonismo, que a Flo un churro recién hecho.
Todos se ríen. A los pocos segundos, sale Flo al escenario, con cara de estar bastante serio. Dani Martínez, finge en no darse cuenta, y cuando todos se callan, él empieza a decir cosas sobre él.
-¿Flo? Pero, si para Flo, un churro es una miga de pan, este se come la churrería, los recipientes y los taburetes si puede. -Se ríe- Un churro dice... -Se da la vuelta lentamente y lo mira- ¡Anda Flo! ¡Dame un abrazo! -Abre los brazos para abrazarlo.
-Quita puto niñato...
Dani baja los brazos.

Han pasado unas dos horas y media, pero a mí se me han hecho realmente cortas, me lo estoy pasando bastante bien, más que bien la verdad. He tenido la oportunidad, de conocer a Flo un poco más y reconozco, que es un hombre, al que es fácil encariñarse. He conocido a otros muchos más, pero Flo, es como el que mejor me ha calado.
-Damas y caballeros, les comunicamos, que en la planta de arriba, hemos dispuesto una sala de Baile, de la mano de DJ Valdi. Pueden ir subiendo. Recordad, en las mesas que hay en el vestíbulo, pueden entregar pequeñas donaciones, para hacer de esta fiesta, algo grande. Muchas gracias. -Dice una voz desconocida por los altavoces.
Dani me agarra de la mano y me dice al oído:
-¿Quieres subir un rato?
-Vale.
-¿Segura?
Asiento con la cabeza.
-Bien, pues cuando quieras, me avisas y nos vamos.
-Vale.
Subimos arriba, entramos a la sala que está llena de luces que parpadean y cambian de color. Da una sensación de mareo increíble. Me sujeto un poco más fuerte a la mano de Dani, esto se está empezando a llenar, y no quiero perderme entre la gente. Dani, también me agarra fuerte de la mano, me lleva por toda la sala a no sé donde. Nos paramos en una barra de bebidas, esta, está iluminada también con luces de colores. Las estanterías, también están iluminadas, por lo cual, dejan las siluetas de las botellas a la vista. El hecho, de que las luces cambien de color, me da esa sensación de mareo que no me gusta nada. Nunca me han gustado las discotecas por esto.
-¿Qué quieres beber? -Me pregunta Dani cerca de oído, debido a la música alta.
-Una coca-cola. -Le digo yo también al oído. Mmm, aún huele su perfume.
Dani me pide la coca-cola, y se pide algo también. Al rato nos sirven las bebidas, me da la mía y él coge su cóctel San Francisco. Me lleva entre la multitud hacia unos sofás, nos sentamos.
-Ay que coger energías antes de bailar. -Dice en voz alta.
-Yo no quiero bailar. -Le digo y le doy un sorbo a mi coca-cola. Mmm fresquita está buenísima.
-Sí, vas a bailar, tienes que rebajar esos kilitos que te has echado en la cena. -Me dice.
-Idiota. -Le digo riéndome.
-Bailarás. -Dice rotundamente y bebe.
Nos hemos terminado las bebidas. Tras la insistencia incansable de Dani, he tenido que decir sí a salir a la pista a bailar. Estamos en medio de la pista moviéndonos entre todos los demás. Tengo a Dani enfrente, hay cada vez más gente, la música cada vez está más alta o es impresión mía y el parpadear rápido de las luces me marean. Apenas puedo oír lo que me dice Dani, apenas oigo lo que digo yo. El calor, el ambiente y el agobio, van aumentando. Vale, necesito salir de aquí. Miro a Dani.
-Dani... ne-ne-ce....
-¿Qué? -Me dice al oído.
-Qu-que... -Me siento mareada, pierdo el equilibrio y noto como todo se pierde a mí alrededor. Miro a Dani y veo que se acerca a mí y dice algo.
-¡Mierda!


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domingo, 9 de junio de 2013

Capítulo 17: La calma.

El coche para justo enfrente de la entrada principal del hotel. Yo estoy bastante confundida, no sé que es lo que he dicho, Dani ha tenido una reacción de lo más rara. Esta noche no me está gustando nada. Bajo del coche. ¿Por qué Dani querría que fuera yo a la fiesta? No conozco a nadie. ¿No sería más lógico que me hubiera hecho bajar del coche a mí? Es que no lo entiendo.
En la entrada hay muchos fotógrafos y cámaras, hay reporteros de programas autonómicos y nacionales. Yo me quedo inmóvil, sé a donde tengo que ir, pero es que yo sola... esto que ha hecho Dani no está bien. Está feo. Cojo el móvil, busco su nombre en contactos y lo llamo. Móvil apagado o fuera de cobertura. Mierda. Miro por todos lados, es que no sé que hacer, me empiezo a morder las uñas, veo como van llegando muchos coches con mucha gente conocida, son del mundo de la moda, la interpretación, prensa, literatura... hay muchos. Veo a Florentino Fernández bajar de un coche plateado junto a otros dos hombres que no sé identificar. Una reportera les rompe el paso y habla con ellos. Sigo sin saber hacia donde ir. Veo a Patricia Conde con Pilar Rubio que pasan por mi lado. Todos van disfrazados de toda clase de cosas, aunque algunos, como Florentino, no va disfrazado, ni Patricia ni Pilar tampoco, solamente llevan unos cuernos de diablesas. Agacho la cabeza, esto no puede estar pasando de verdad, no puede estar pasando, no.
-¿Te has caído de la cesta de frutas? ¿Sabes que es peligroso que estés tan solita en medio de gente hambrienta? Podría venir un vampiro muy tonto como yo, confundir ese rojo con la sangre y comerte.
Me doy la vuelta. ¡Daniel!¡Es Daniel! Me quedo con la boca abierta ante su divertida sonrisa.
-¿Vienes sola?
Yo sigo con la boca abierta.
-Soy Daniel, encantado. -Me tiende la mano. No entiendo a qué está jugando.
Le estrecho la mano y él me atrae hacia su cuerpo, cosa que me pilla totalmente por sorpresa.
-Es tan fácil jugar contigo... me diviertes Anna. Me diviertes mucho. -Me susurra al oído.
-Estás como una cabra. -Le digo apenas en un hilo de voz.
-Lo sé. -Me pone provocativamente, la mano en mi espalda- Me gusta hacerte pasar malos ratos.
-Eres... eres idiota. -Digo con mucho sentimiento.
Sonríe.
-No sabes lo que me divierte ser un idiota.
-Me confundes.
-Eso pretendo.
-¿Por qué?
Me coge de los hombros, me echa un poco hacia atrás y me mira fijamente. Se queda un rato pensando. Yo lo miro intrigada.
-Quiero conocerte mejor Anna.
-¿Y era necesario esta chorrada? ¿Sabes el mal rato que acabas de hacerme pasar?
-Sí, creo que soy totalmente consciente de ello.
-¿Entonces por qué lo haces? -Estoy enfadada. Y NO ES DE BROMA.
-Por qué estás aquí.
-¿Cómo?
-Estás aquí.
Sigo sin entender.
-No te has ido. Demuestras que estás interesada en mí. -Sonríe arrogante.
Perdona. ¿Qué? Que va... no, no es así. Pues claro que es así, si no, te habrías largado tú del coche y le habrías dado una bofetada nada más haberlo visto de nuevo. Ann siempre al pie del cañón.
-Tan interesada no estoy. Solamente, que me has caído bien y me gustaría mantener una amistad... una amistad dentro de los parámetros normales.
-Soy guapo.
¿Por qué cambia de tema? ¿Qué pretende?
-¿Perdón?
-Mi físico... te atrae.
Ahora es cuando yo me despierto.
-Oye... ¿Esto es uno de tus jueguecitos?
-No, pero es que es verdad. Te atraigo.
Me estoy empezando a cabrear.
-Tranquila, no te cabrees. -Me dice.
 -Dani, enserio, quiero intentar entenderte, pero no me dejas.
-Vale... lo siento... perdona.
-Estás muy mal de verdad.
Me coge del brazo para guiarme hasta la entrada. Me sigue hablando.
-Sé que mi comportamiento contigo es raro. Pero, es que...
No me cambies de tema, dímelo. Sigue hablando.
-¿Qué? -Le animo a seguir.
Nos paramos en la entrada donde un señor vestido de uniforme, nos toma los datos, Dani le da los pases y él los pica y se los devuelve.
-Que disfruten de la fiesta.
-Gracias. -Decimos los dos al mismo tiempo.
Seguimos andando por el pasillo lleno de gente hacia el salón, donde se va a celebrar la fiesta. Dani me mira.
-¿Escalera o ascensor?
-Como quieras, a mí me da igual.
-Pues escaleras mismo. -Nos dirigimos hacia las escaleras de caracol y empezamos a subir, hay mucha gente, espero que a nadie le de por tropezarse arriba, si no, hará el efecto dominó y es justo lo que me faltaba hoy por vivir.
Miro a Dani, parece reunido con sus pensamientos. Algo le pasa., pero no sé el qué.
-Dani... ¿Estás bien?
Él me mira y me dedica una sonrisa afectuosa y con cariño, no puedo evitar sonreír yo también.
-Tiene que ver con lo de antes. ¿Verdad? Lo que no me has terminado de contar. -Le digo.
Él se sorprende, he dado justo en el clavo. Yo también me estoy sorprendiendo bastante, no sé como he cogido el valor de decirle eso a la cara y mucho menos el acertar... eso es raro en mi.
-La verdad es que es complicado. -Me confiesa.
-Si quieres contármelo... siempre ayuda.
-No se lo he contado a nadie... -Me dice serio.
Claro. ¿Por qué me lo iba a contar a mí? Prácticamente nos acabamos de conocer.
-Hace un par de semanas, me dejó mi novia. -Suelta del tirón.
Oh no. Oh no. No. No. No. Eso no me gusta. No.
-Lo siento... -Agacho la cabeza.
¿Entonces, está mal, se siente solo y por eso tiene ese comportamiento tan infantil conmigo?
Perdona, no es excusa. Bueno, también es verdad que cada uno se toma las rupturas como les sale.  Mi madre tenía razón al decir que cada persona es un mundo. Dani es mucho más que un mundo, es un universo entero.
-No lo sientas, tranquila. Quizás sea lo mejor para todos que haya sido así.
-Bueno... no sé... depende de cada persona, de cómo se lo tome.
-Oye Annita, siento lo que he hecho. -Me frota el hombro con la mano en señal de cariño- Me he comportado como un gilipollas, perdón.
Lo miro y sonrío.
-Estás perdonado.
Me atrae hacia él y me da un beso en la cabeza. Oye cuidado, que estamos en las escaleras. Menos mal que son anchas.
-Me encanta el traje de fresita que llevas puesto.
-Y a mí el tuyo de vampiro.
En menos de un minuto, entramos en el enorme salón que está preparado para celebrar una divertida fiesta en beneficio para los niños enfermos de cáncer.

Todos nos deshacemos en carcajadas con el monólogo que nos está regalando Leo Harlen, es un buen hombre. Durante la noche, he tenido la oportunidad, de conocer a mucha gente famosa. Cómicos, cantantes, actores, escritores, presentadores de televisión, locutores de radio... es una pasada. Son muy simpáticos, pero también he conocido a una buena amiga de Dani. Karol, es un encanto de persona, aunque también está algo ida del cacahuete, pero bueno, creo que no será difícil acostumbrarse a ello. Me lo estoy pasando en grande en esta fiesta. Dani y yo, no paramos de hablar y de contarnos cosas, pues da la casoalidad de que Dani y yo veraneábamos juntos en las mismas playas de Oropesa del mar. Tenemos muchas películas en común, ambos tenemos pánico a las películas de miedo, pero no compartimos aficiones, pero no deja de ser un encanto de persona.
-Camela, sin duda.
Estamos hablando sobre nuestros gustos musicales.
-¡A mí también!
-¿Enserio?
-De verdad, te lo prometo. -Sonrío.
Él me sonríe.
-Dime tu canción preferida.
-Te prometo el universo. -Le respondo.
-Cuando zarpa el amor, es la mía.
-Son muy buenos.
-La verdad es que sí.
-¡Ey gente! -Grita Dani Mateo desde el escenario que habían preparado.
Todos se callan y lo miran.
-¡Hijo puta! -Le grita Dani y todos nos reímos a carcajadas.
Yo lo miro y Dani aplaude a su tocayo.
Dani Mateo lo busca desde el escenario y lo señala.
-¡Tú! ¡A ver si tienes huevos a subir al escenario!
Todos empiezan a silbar y a abuchear.
-¡Vamos Martínez! -Reconozco la voz de Flo que le grita desde otra mesa animándolo a subir.
Yo estoy un poco avergonzada, porque están mirando a Dani, pero es sque a mí también me están mirando y a saber lo que estarán pensando de mí. Dani Mateo, vuelve a insistir.
-¡Vamos sube cabrón!
Dani se levanta y se dirige al escenario entre aplausos de todos los presentes.
-¡Un aplauso al gilipollas de DANI MARTÍNEZ!  -Dani Mateo lo espera con los brazos abiertos.



¿ESTOY COMO UNA CABRA? LO SÉ.
¿ME FALTA UN TORNILLO? LO SÉ.
¿NECESITO SALIR MÁS A LA CALLE? VERDAD.
¿NECESITO MÁS AMIGOS? VERDAD.
¿QUE LES HA GUSTADO EL CAPÍTULO? NO LO SÉ.
¿QUE SON GRANDES POR LEERLO? TOTALMENTE.
¿DARÍA ALGO POR LOS LECTORES? LA VIDA.
¿QUIERO QUE ME SIGAN EN LA CUENTA DE TWITTER? SÍ.
¿CUAL ES MI CUENTA DE TWITTER? @YourDanna.
¿QUÉ CONSEGUIRÁN CON ESO? APOYARME PARA LLEGAR A SER ALGUIEN QUE SIEMPRE HE DESEADO TODA MI VIDA.
¿POR QUÉ? PORQUE QUIERO DEMOSTRARLES A LOS QUE CREEN QUE SOY UNA ILUSA A QUE PUEDO LLEGAR A SER LO QUE QUIERO, PORQUE CREO QUE ME LO MEREZCO.
¿POR QUÉ? HE SUFRIDO DEMASIADO EN TAN POCO TIEMPO QUE SIENTO QUE HE PERDIDO TODA MI VIDA. GRACIAS A TODOS.

Capítulo 16: La tormenta.

Tengo la mirada clavada en la ciudad que se mueve detrás de la luna de la ventanilla del elegante coche plateado, que nos lleva a la fiesta benéfica. Aún no he sido capaz de soltar palabra alguna, desde que nos hemos despedido de Daniela, no sé porque razón ahora la timidez ha decidido sentarse en el asiento de en medio entre los dos. 
-¿Qué te pasa? Estás muy callada. -Me dice. 
Lo miro, estoy totalmente cortada. No sé que decirle. Escondo los labios en señal de que no sé nada de nada. Él me mira comprensivo, se apiada de mí y rompe el hielo. 
-Anna, ya está. Ha pasado. ¿Vale? No te preocupes. 
Sigo sin decir nada. Es que no me salen las palabras del alma. Él es paciente y sigue hablando. 
-Por lo que se ve, no estás acostumbrada a estas cosas. ¿Verdad? -me deja unos seguidos para que le respondiese, pero yo no soy capaz de decir nada, a si que, sigue hablando- Yo tampoco... -Hace un gesto con los labios, que me hace sonreír- Pero así es la vida. Sorpresas, sorpresas y más sorpresas... muchas sorpresas... -Su voz se apaga cada vez más. 
-Es que no estoy acostumbrada a estas cosas. -Por fin suelto palabra. 
-¿A qué cosas? 
-A todo esto. -Cierro los ojos- No es cosa que suela ocurrir en la vida de una persona normal. 
-Nadie en este mundo es normal Anna. Nadie. 
Realmente, no entiendo lo que quiere decir. Ni siquiera sé si quiero saberlo. Creo que ahora todo me da igual. 
-Estás desganada. ¿Quieres que demos la vuelta y te llevo a casa? 
Lo miro. Él me está mirando preocupado y sincero. 
-Lo siento. -Le suelto sin pensar en lo que digo. 
Me mira sorprendido. 
-¿Cómo? 
-Lo siento Dani, de verdad, siento todo lo que ha pasado entre nosotros. Siento haberme comportado como una desagradecida contigo, siento que no hayamos podido mantener el contacto antes, siento que he perdido el tiempo compadeciéndome de mí misma y que he perdido 6 meses de mi vida sin tu alegría acompañándome en los buenos y en los malos momentos.-Lo miro y le pongo la mano en el hombro- Dani, eres una gran persona. -Leches, lo que estoy diciendo me sorprende hasta a mí. 
Esta vez, el gato a cambiado de plato y se ha comido la lengua de Dani. Por favor, di algo. 
-Pare el coche por favor. -Le dice al conductor. 
¿Qué? ¿Por qué? El coche para, Dani se desabrocha el cinturón, abre la puerta y baja del vehículo. ¿Qué? 
-Dani... pero... 
Él se agacha y me mira desde fuera. 
-Borra mi número, mi correo, borra todo de mí. 
-Pero... -No entiendo nada. ¿Qué está pasando? 
-Hazlo. -Mira al conductor- Llévala a la fiesta. 
-Pero... yo... 
-Ve a la fiesta, merece la pena ir por esos niños. Yo ya no tengo ganas. -Está triste, dolido, enfadado... Le he pedido perdón. No entiendo nada. 
-Pero... 
-¡Déjame en paz! ¡Arranque! ¡Vamos! -Está cabreado. No sé que le pasa. Se ha vuelto loco. ¡Está loco! 
-Pero Dani... yo solo... 
-¡Ve a la fiesta joder! ¡Ve a la fiesta! -Cierra la puerta de un portazo y se va. 
El coche se pone en marcha, yo estoy que no sé que leches ha pasado.... ¿Qué ha pasado? Dios mío... pero... 



HOLA CHICOS, QUIERO DAROS LAS GRACIAS A TODOS POR LEER ESTA MIERDA QUE SALE DE MI CULO TRANSPARENTE QUE ES MI CEREBRO. ENSERIO,SIOS GRANDES. 
SI QUIEREN SABER QUÉ VA A PASAR... TIENEN QUE COMENTARME EN TWITTER EN LA CUENTA DE @YourDanna Y HACER RT AL TWEET QUE VA A ANUNCIAR ESTE CAPÍTULO. TOMAOSLO COMO UN JUEGO, NO LO HAGO POR JODER, ES QUE SIMPLEMENTE, ME DIVIERTE. OS QUIERO PEQUEÑINES ;) 


viernes, 7 de junio de 2013

Capítulo 15: Situación rara.

-No. -Digo desde mi habitación. 
No falta nada para que Dani venga a recogerme, Daniela está en el pasillo aporreando mi puerta, quiere ver cómo me queda el traje que tan humildemente me ha regalado Dani. 
-Venga Anna, sal. Vamos. 
-Que no. 
-¡Anna! ¡Sal! 
-Te vas a reír. 
-Que no, que no me río de verdad, te lo prometo. No me río. 
-Eso dices ahora. 
-Anna, va a llegar Dani de un momento a otro y no tenemos tiempo para tonterías. 
Lo dice como si esto fuera algo serio la muy cabrona. 
-Que no. -Me siento en la cama. 
A ver, es que no pienso salir, no me da la gana, no quiero. Fin de la discursión o lo que leches sea. Ahora mismo estoy cabreada. No me gusta esta situación. Jolines, es que lo hacen para reírse de mí. Pues no me da la gana. No quiero. Aunque, ya me he puesto el disfraz. Pero, es que me miro al espejo y me veo ridícula. Que no. Que yo no salgo. 
-Anna. -Se le está agotando la paciencia. Se lo noto en la voz. 
-Daniela. ¡Que me dejes joder! 
-¡Anna! ¡Sal de una puñetera vez! 
-¡Que me dejes en paz! 
Estoy furiosa, creo que no me gusta la idea de que mi amiga y el chico que probablemente me guste un poco o bastante, pues se rían de mí de ese modo. No me gusta. No me hace gracia. No es divertido. Es humillante. No pienso salir. 
-Anna... 
Antes de que pueda pronunciar su discurso, la interrumpo: 
-¡No me vengas con el cuento de que es una forma de reírme de mí misma! ¡Esto no me gusta! 
Se produce un silencio entre nosotras y al puerta cerrada en medio. Daniela toma las riendas. 
-¡Eres una aguafiestas! ¡Es que de verdad, eres... eres... ERES INSOPORTABLE! 
Me levanto furiosa, me dirijo a la puerta y la abro de golpe. 
-¡¿Insoportable yo?!
-¡Sí tú! 
-¡Yo no soy insoportable! 
-¡Exasperas a cualquiera! 
-¡No es cierto! 
-¡Eres incapaz de divertirte y no paras de ponerle pegas a todo! ¡Claro que es cierto! 
-¡Tú estás loca! 
-¡¿Yo?! ¡Prefiero estar loca a ser como tú! 
El ambiente es ardiente entre nosotras, ahora mismo estamos que echamos fuego por la mirada. Es que ahora mismo, la cogería de los pelos y la arrastraba por toda la casa. Dios, me tiemblan las manos. No me puedo contener y le suelto una bofetada que ella se queda inmóvil con la mano en la mejilla. Dios mío. Dios mío. Dios mío... 
-Daniela... -digo con un hilo de voz- lo siento... 
Ella gira la cabeza lentamente hasta que sus ojos ahora azul oscuro, se clavan en los míos, supongo que también azul oscuro. Nos quedamos mirándonos unos segundos y la caricia de una bofetada en la mejilla izquierda me deja algo atontada. ¡Me la ha devuelto! La miro fijamente. Ahora somos dos chicas descarriadas y furiosas que a saber como vamos a acabar. Nos miramos durante lo que a mí me parece una eternidad, de repente me veo encima de ella tirando de sus mechones mientras ella tira de los míos. Ella me da un empujón y me deja en el suelo, se pone encima y me da una bofetada. Ahora mismo, no somos personas, somos.... no lo sé. No sé lo que somos. El timbre de abajo suena e interrumpe nuestra guerra rubia. Las dos nos separamos de repente, miramos hacia el auricular que está colgado y esa lucecita roja parpadeando que indica que nos están llamando. Las dos nos miramos alarmadas. 
-¡DANI! .Decimos al unisono. 
Nos levantamos del suelo lo más rápido que podemos. 
Daniela corre a abrirle, yo entro en la habitación, me pongo los zapatos rojos que más a juego queda con el conjunto, y salgo. Me miro en el espejo de la entrada y tengo la cara roja por los nervios, el cabreo y la pelea, pero con un poco de suerte, se irá pasando. Miro a Daniela, la veo alejarse a dentro, no está de humor para hablar con Dani, no está de humor para hablar con nadie. En verdad, esto que ha pasado, ha sido nuevo para las dos y creo que también desagradable de vivir. Siento un enorme impulso de pedirle perdón, pero cuando me quiero dar cuenta, el timbre está sonando y la puerta del dormitorio de Daniela, está cerrada. 
Miro la puerta de la calle, pongo la mano en el pomo, ahora mismo no tengo ganas de salir de fiesta, no me apetece en absoluto. Joder, que Viernes noche tan divertido. Abro la puerta y me veo a Dani ahí de pié vestido de conde Drácula. ¡¿QUÉ?! Me sonríe al ver que me he quedado en el mismo tono que su maquillaje. 
-Una fiesta de disfraces, en beneficio de los niños con cáncer. -Explica. 
¡ME CAGO EN LA PUTA! 
Abro la boca, pero no soy capaz de soltar ni un leve sonido. ¡Joder! 
-Me encanta tu traje de fresita, estás para comerte. -Me dice divertido, pero su expresión desparece al darse cuenta de que de mis ojos se están desbordando unas lágrimas llenas de culpabilidad. Se acerca a mí y me coge de la cara y me las enjuga con cuidado- Ey ey, Anna. ¿Qué pasa? 
Agacho la cabeza y él me atrae a sus brazos. Lloro en silencio sobre su pecho. 

-Para que nos aclaremos. -Dice Dani paseándose entre por el comedor- Tú te has enfadado con Daniela. ¿Por que...? -Me mira. 
-No me gustaba creer que esto lo estabais haciendo para reíros de mí. 
Me está mirando como un padre que tiene que resolver una pelea tonta de dos hermanas y no sabe cómo. Creo que el hecho de que Daniela esté sollozando y con un pañulea en la mano para secarse las lágrimas,  le ayuda menos. Ay pobre... Dios, la que he liado. Me levanto del sofá, me acerco a Daniela y le doy un fuerte abrazo. 
-Lo siento... -Le empiezo a dar besos en la mejilla y a acariciarle el pelo- Lo siento, por favor, perdóname. 
Ella levanta los brazos y me rodea la espalda. 
-Yo también lo siento... -Me da dos besos seguidos también en la mejilla. 
Siento como un perfume de alivio y paz envuelve el ambiente. Las dos estamos unos minutos abrazándonos, cuando Daniela se empieza a reír. Me separo, la miro y también me echo a reír. Madre mía, pero qué situación más rara e incómoda por el amor del cordero. Miro a Dani que nos mira como pensando: a las mujeres, no hay quien las entienda. Las dos nos deshacemos en carcajadas. 



ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO DE HOY. GRACIAS POR LEER ESTE RELATO FANFICTICIO QUE ME SALE DEL CEREBRO TAN LOCO QUE TENGO. GRACIAS A TODOS POR PERDER EL TIEMPO CON MI IMAGINACIÓN. COMENTADME Y SEGUIDME EN LA CUENTA DE TWITTER @YourDanna AHÍ PODRÉIS ESTAR INFORMADOS, DE CADA NOVEDAD DEL BLOG. ESPERO QUE OS VAYA BIEN EN LOS EXÁMENES FINALES Y ESAS MOVIDAS, QUE TENGÁIS UN BUEN FINDESEMMMMMMMN UN BUEN FINDE SEMMMMMMMMMMMMNA FINDE SEMANA... !!!!!!!