Salgo con dificultad de un profundo y raro sueño y oigo unas voces que hablan cerca de mí:
-¿Crees que despertará? A lo mejor está muerta... ¿No estará muerta verdad?
-Karol, cállate.
-Dani, deberíamos haber llamado a la policía o a la ambulancia, o al ejército o algo...
Él se ríe.
-Eres de lo que no hay. Anda, trae más paños húmedos.
-No soy tu chacha.
-Pero, sí una protestona, anda ve.
-Vale.
Es lo poco que he podido oír, de repente, otra vez me caigo en un profundo sueño. Otra vez vuelvo a salir y escucho:
-Deberías llevarla a un hospital.
-No puedo llevarla a un hospital.
-¿Por qué no? Allí estará mejor atendida.
-Sólo se desmayó ya está.
-Daniel, por favor te lo pido, llévala al hospital. Que la miren y se aseguren de que está bien.
-Aquí está bien.
-Dani...
-¡Está bien joder! Confía en mí. Por favor Ari, confía en mí. Tú sólo, tráeme lo que te he pedido y hazme el favor... por favor.
-Vale, está bien, pero cómo me despidan te mataré.
-No te van a despedir, tranquila.
-Vale...
Una ola de sueño profundo me arrolla. La ola pasa y vuelvo a oír voces otra vez:
-No sabías cómo estaba la pobre. No paraba de temblar, lloraba y apenas podía respirar por la ansiedad. Ese hijo de puta, iba a matarla seguro.
-Menos mal que tú estabas cerca para poder ayudarla.
-Sí.
-Pero Dani. ¿Estás seguro de que no habían fotógrafos verdad?
-No había nadie, te lo aseguro.
-Dani, cómo salga una sola foto tuya haciendo algo fuera de lo normal, despídete de tu carrera.
-Oye, no me ha visto nadie. ¿Vale? Además si hubiera habido alguien, tampoco me habría abstenido de haberla defendido. Este cabrón iba a hacerle mucho daño a esta chica.
-Hemos hecho mucho por tu carrera, para que un cabrón te la destroce...
-¡Nadie me ha destrozado nada! ¿Es que no lo entendéis ninguno? ¡Esa chica estaba apunto de ser violada y asesinada por ese hijo de puta! ¡No podía quedarme ahí sin hacer nada e irme de rositas! ¡No me lo hubiera perdonado en la vida joder!
-¿Y todo por lo que has luchado para llegar donde estás ahora qué?
-¡Antes de ser lo que soy, soy persona joder! ¡Enteraos de una vez que no soy un producto! ¡Soy persona!
-¡Una persona qué está cómo una cabra! ¡Qué en vez, de haberla llevado a un hospital, se la lleva a su casa y sin atención médica!
-Atención médica ha tenido.
-¿A sí? ¿De quien?
-De Ari.
-Joder...
Intento huir del sueño profundo, pero me alcanza y me arrastra con el. Abro los ojos, veo una habitación con dos enormes ventanales que dejan pasar la luz del brillante sol en la estancia, por lo que se ve hace un día precioso. Me duele un poco todo. Mmm mierda, tengo sed, hambre y quiero ir al baño. Por cierto.¿Donde puñetas estoy? En un hospital fijo que no. Echo un vistazo a mi alrededor y veo que la habitación donde estoy es de una mujer, más que nada porque hay un mogollón de vestidos esparcidos por el sofá y la silla y el armario abierto. Muy ordenada no es. Me incorporo con una punzada de dolor en prácticamente todo mi cuerpo y consigo sentarme. Miro la mesita y veo el despertador morado en el que marcan las 11:42 AM. Al lado hay un vaso de agua fría. Al parecer, la han rellenado hace poco, lo cojo y bebo demasiado deprisa. Un escalofrío me recorre todo mi ser. Mierda, tendría que beber más despacio, pero ya está hecho, venga, a explorar el territorio. Me levanto y me llevo una sorpresa al ver que puedo mantenerme en pié sin ninguna dificultad, aunque el tema de dar pasos ¡DUELE MUCHO! Empiezo a caminar por la habitación y salgo del cuarto, camino por el vestíbulo, o lo que parece ser un vestíbulo, donde hay tres o cuatro puertas cerradas y otra puerta doble con cristalera traslúcida, que creo que da al comedor, la abro y entro a un gran salón bastante bonito y donde un piano de cola blanco impone elegancia en el lado izquierdo, separa un sofá también blanco y parece de piel sintética en forma de ele, a la zona donde parece ser que se come, porque hay un juego de sillas y mesa blancas, bueno, todos los muebles son blancos, incluso la televisión de plasma de tropecientas pulgadas es blanca...
-¿Te gusta mi salón eh?
Doy un respigo y veo que sale un hombre sonriente de lo que parece ser que es la cocina con una bandeja de desayuno. Lo miro y me quedo idiota.
-Hola...
-Hola. -Susurra.
Yo agacho la cabeza. Bien, analicemos el asunto... ¡Dios está buenísimo!
-¿Crees que despertará? A lo mejor está muerta... ¿No estará muerta verdad?
-Karol, cállate.
-Dani, deberíamos haber llamado a la policía o a la ambulancia, o al ejército o algo...
Él se ríe.
-Eres de lo que no hay. Anda, trae más paños húmedos.
-No soy tu chacha.
-Pero, sí una protestona, anda ve.
-Vale.
Es lo poco que he podido oír, de repente, otra vez me caigo en un profundo sueño. Otra vez vuelvo a salir y escucho:
-Deberías llevarla a un hospital.
-No puedo llevarla a un hospital.
-¿Por qué no? Allí estará mejor atendida.
-Sólo se desmayó ya está.
-Daniel, por favor te lo pido, llévala al hospital. Que la miren y se aseguren de que está bien.
-Aquí está bien.
-Dani...
-¡Está bien joder! Confía en mí. Por favor Ari, confía en mí. Tú sólo, tráeme lo que te he pedido y hazme el favor... por favor.
-Vale, está bien, pero cómo me despidan te mataré.
-No te van a despedir, tranquila.
-Vale...
Una ola de sueño profundo me arrolla. La ola pasa y vuelvo a oír voces otra vez:
-No sabías cómo estaba la pobre. No paraba de temblar, lloraba y apenas podía respirar por la ansiedad. Ese hijo de puta, iba a matarla seguro.
-Menos mal que tú estabas cerca para poder ayudarla.
-Sí.
-Pero Dani. ¿Estás seguro de que no habían fotógrafos verdad?
-No había nadie, te lo aseguro.
-Dani, cómo salga una sola foto tuya haciendo algo fuera de lo normal, despídete de tu carrera.
-Oye, no me ha visto nadie. ¿Vale? Además si hubiera habido alguien, tampoco me habría abstenido de haberla defendido. Este cabrón iba a hacerle mucho daño a esta chica.
-Hemos hecho mucho por tu carrera, para que un cabrón te la destroce...
-¡Nadie me ha destrozado nada! ¿Es que no lo entendéis ninguno? ¡Esa chica estaba apunto de ser violada y asesinada por ese hijo de puta! ¡No podía quedarme ahí sin hacer nada e irme de rositas! ¡No me lo hubiera perdonado en la vida joder!
-¿Y todo por lo que has luchado para llegar donde estás ahora qué?
-¡Antes de ser lo que soy, soy persona joder! ¡Enteraos de una vez que no soy un producto! ¡Soy persona!
-¡Una persona qué está cómo una cabra! ¡Qué en vez, de haberla llevado a un hospital, se la lleva a su casa y sin atención médica!
-Atención médica ha tenido.
-¿A sí? ¿De quien?
-De Ari.
-Joder...
Intento huir del sueño profundo, pero me alcanza y me arrastra con el. Abro los ojos, veo una habitación con dos enormes ventanales que dejan pasar la luz del brillante sol en la estancia, por lo que se ve hace un día precioso. Me duele un poco todo. Mmm mierda, tengo sed, hambre y quiero ir al baño. Por cierto.¿Donde puñetas estoy? En un hospital fijo que no. Echo un vistazo a mi alrededor y veo que la habitación donde estoy es de una mujer, más que nada porque hay un mogollón de vestidos esparcidos por el sofá y la silla y el armario abierto. Muy ordenada no es. Me incorporo con una punzada de dolor en prácticamente todo mi cuerpo y consigo sentarme. Miro la mesita y veo el despertador morado en el que marcan las 11:42 AM. Al lado hay un vaso de agua fría. Al parecer, la han rellenado hace poco, lo cojo y bebo demasiado deprisa. Un escalofrío me recorre todo mi ser. Mierda, tendría que beber más despacio, pero ya está hecho, venga, a explorar el territorio. Me levanto y me llevo una sorpresa al ver que puedo mantenerme en pié sin ninguna dificultad, aunque el tema de dar pasos ¡DUELE MUCHO! Empiezo a caminar por la habitación y salgo del cuarto, camino por el vestíbulo, o lo que parece ser un vestíbulo, donde hay tres o cuatro puertas cerradas y otra puerta doble con cristalera traslúcida, que creo que da al comedor, la abro y entro a un gran salón bastante bonito y donde un piano de cola blanco impone elegancia en el lado izquierdo, separa un sofá también blanco y parece de piel sintética en forma de ele, a la zona donde parece ser que se come, porque hay un juego de sillas y mesa blancas, bueno, todos los muebles son blancos, incluso la televisión de plasma de tropecientas pulgadas es blanca...
-¿Te gusta mi salón eh?
Doy un respigo y veo que sale un hombre sonriente de lo que parece ser que es la cocina con una bandeja de desayuno. Lo miro y me quedo idiota.
-Hola...
-Hola. -Susurra.
Yo agacho la cabeza. Bien, analicemos el asunto... ¡Dios está buenísimo!
Jajajajajaj me ha encantado como siempre. Nena tienes un don eh en serio. El final es aalshdg jajaj
ResponderEliminarMe encanta.Tienes talento para escribir
ResponderEliminarque grande Dani! Allí llevandola a su casa es que Dani e un crack! Y me encanta como escribes!
ResponderEliminarHay una cosa que no entiendo.. Esto pasa antes o despues de que ella haya estado en el hospital? Increíble, tienes un don.
ResponderEliminar