Las prendas de ropa, esparcidas por el suelo, la luz tenue de la lamparilla, ilumina la estancia, dos cuerpos enredados entre sábanas y abrazos, es ahora mi presente.
-¿Qué tal? -Me pregunta Dani en un susurro y me besa en la cabeza.
Abro los ojos lentamente, muevo la cabeza y lo miro, está a mi lado, me está abrazando y me acaricia la espalda con las yemas de los dedos. Dios mío, estoy muerta de gusto, me siento liberada, me siento otra persona... es algo que no cambiaría por nada del mundo. Parpadeo un par de veces y salir a jugar a una de mis mejores sonrisas.
-¿Y esa sonrisa? -Me pregunta, mientras me acaricia el pelo y la cara.
-Pues que estoy bien.
Me sonríe.
-¿Cómo de buen?
-Muy bien.
Me agarra la cabeza por la nuca, me atrae despacio hacia él y me besa suave, pero apasionadamente.
Nos separamos lentamente. No quiero separarme de esos preciosos labios y de esa deliciosa y juguetona lengua. Nos miramos fijamente. Quiero decirte que te quiero, que ahora eres todo mi mundo, que has destrozado mi vida y has construido de entre los escombros algo maravilloso. Solo de pensar eso, me entra la risa y empiezo a reírme.
-¿Qué pasa?
Me tumbo en la cama y las carcajadas se apoderan de mí. No entiendo el por qué de esa risa nerviosa.
Él se incorpora, me mira y sonríe. Yo lo miro y sigo riéndome. Cuando me quiero dar cuenta, él, está sentado sobre la cama, mirándome con una expresión seria. Un jarrón de agua helada, se derrama con brusquedad sobre el fuego de las carcajadas y se apaga. Lo miro. Espero que no le haya molestado el que me riera. Ojalá no lo haya malinterpretado. ¡Por favor que no sea eso!
-¿De qué te reías? -Me pregunta con seriedad.
Su voz ahora es fría. Dios no.
-De... de... no lo sé... -Digo asustada- No era de ti te lo prometo. -Quiero aclararlo todo cuanto antes.
Nos miramos, su mirada es muy imponente, me hiela la sangre. No quiero que se vaya, por favor.
-Pues ahora sí que te vas a reír.
Lo miro sin saber a qué se refería, pero el hecho de que se acercara a mí y empezara a hacerme cosquillas por las costillas, ya me hace entenderlo todo un poquito mejor.
-¡No por favor!
-Me encanta verte retorcerte entre mis manos rubia. Es algo, a lo que me quiero acostumbrar.
______
Han pasado varias semanas, Dani y yo, estamos intentado mantener una relación que no es todavía de pareja sentimental, pero que por ahí van los tiros. No paramos de enviarnos WhatsApps en nuestros ratos libres, nos gusta mandarnos fotos tontas y graciosas (yo soy la de las fotos tontas y él la de las graciosas) quedamos siempre que podemos, pero es que los trabajos y sus horarios, aveces no son compatibles y bueno, eso me pone triste. Es que siento que cuando no estoy con él, me siento sola... bueno, que tampoco es soledad, pero, que siento que me falta algo importante. Bueno, él es importante.
Luego, está el delicado y complicado tema de Daniela, que sigue enamorada y embarazada de Uri, y claro, la situación es complicada y delicada, porque ellos dos, siguen teniendo citas en habitaciones de cuatro paredes y un colchón. Yo solo espero, que ella tenga el valor de decírselo, si es que no quiere que esa relación acabe para siempre y con un crío sin padre.
-Por favor, Anna, una ensalada de pasta y un arroz a banda, para la mesa diez. Vamos rápido, que no tenemos toda la tarde. Vamos. Vamos.
Mi jefe, es un pesado. No para de mandármelo todo a mí, estoy que no paro de un lado a otro, y para colmo, ese estrés se me nota en que me equivoco de platos o de mesas y eso, le hace enfadar al jefe y provoca más gritos y más estrés. Madre mía. ¡Necesito verle ya! Necesito que me haga el amor y me libere tanta tensión que llevo dentro. Sí, habéis entendido bien, quiero que me haga el amor. Dios mío, es que no os imagináis cómo es.... ¡No os lo podéis imaginar! Tampoco es que os lo vaya a contar, quizás más adelante, pero para eso, tendréis que esperar un poco más adelante, cuando tengamos más confianza. A ver, es que no creo que a Dani le haga gracia que cuente nuestras intimidades de nuestros momentos íntimos, no quiero que se enfade. ¿Vale?
-¡Esa ensalada y ese arroz! ¡Los sigo viendo! ¡Anna!
Eh, esto, lo siento chicos, pero tengo que seguir trabajando, ya os contaré os quiero mucho gracias por leer mi diario o lo que leches esté escribiendo. Os prometo, que no os defraudaré.
GRACIAS POR VUESTRO APOYO MIS PEQUEÑOS AMORES!!! SI SIGUEN LEYENDO ESTE RELATO, A PARTIR DE ESTE MOMENTO, VUESTRAS EMOCIONES, SE VAN A PELEAR POR SALIR A DARSE A LA LUZ. OS QUIERO.
@YourDanna
Me ha encantado el capitulo, que ganas de que se vean!!!!!
ResponderEliminarSIGUIENTE BONITA <3
Mee ha encaantado , perfecto como siempre cieelin, tequierotocaya<3
ResponderEliminarCapitulazo!! NExt!! :))
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